LEÓN ■ MOVILIDAD
León en silla de ruedas: cuando una rampa es el Everest y los escalones un muro insalvable
Agustín Fernández: "En ocasiones no queda más remedio que jugarnos el físico entre los coches para ir a algunos sitios"
"Abrí los ojos como luna llena y me agarré la cabeza, porque es muy duro pasar el Niágara en bicicleta". Seguramente esta estrofa de una canción de Juan Luis Guerra se le habrá venido a la cabeza a muchas de las personas que en León tienen que moverse a diario por la ciudad en silla de ruedas. Negar que se ha avanzado sería negar una evidencia pero todavía queda mucho camino por recorrer. Aceras sin rebajes, rampas imposibles, pasos de cebra no integrados o escalones que equivalen a un cartel de prohibido el paso para bares, tiendas o farmacias. Es la aventura de cada día de gente que tiene las mismas necesidades, prisas y obligaciones que el resto pero que están obligados a desplazarse sobre ruedas. Y ese detalle complica mucho las cosas.
"Se ha andado ya bastante, pero todavía queda camino por hacer" dice Agustín Fernández uno de estos aventureros del día a día leonés en una silla de ruedas. "Recuerdo -añade- que en el año 2006 ya salí en un artículo en el Diario de León que se tituló 'León, de momento, suspenso en accesibilidad". En estos doce años se han mejorado cosas pero es algo en lo que hay que seguir trabajando", recalcó. Y apelando a su memoria pone un ejemplo de este antes y después. "En la farmacia de guardia en Ordoño, la más cercana a Santo Domingo, había un gran escalón que no te permitía apretar el botón para pedir algo urgente. Eso ya se ha arreglado, son detalles que nos dicen que León va mejorando poco a poco en accesibilidad". Realmente hay más sensibilidad con la movilidad de los discapacitados. Si antes la ciudad contaba un autobús de cada tres con rampa ahora ya lo tienen todos lo que les permite una mucha mayor autonomía a la hora de desplazarse.
"Se puede decir -apunta Agustín- que en la accesibilidad surge el problema cuando le surge a alguien una complicación". Habla de esas zonas de la ciudad "dejadas de la mano de dios" sin rebajes en bordillos o pasos de peatones. "Están así porque nadie que viva por allí cerca o que lo sufra lo ha demandado". Desde que hace casi 16 años tuviese que empezar a vivir la vida desde una silla de ruedas este leonés se ha convertido en un reivindicador nato de mejoras en la movilidad, "Pero no todo el mundo lo demanda, porque no les apetece o porque no quieren perder el tiempo con algo así. Entonces si un bordillo no tiene rebaje aprovechan el rebaje en la acera de la entrada a un garaje y se buscan la vida cruzando por ahí, entre el tráfico. Es un riesgo pero se hace".
Su 'cruzada' en la zona de Carrefour
Él mismo sabe de eso bastante. Lleva tiempo clamando -de momento en el desierto- contra la rampa imposible situada en la zona de Carrefour que en teoría sirve para conectar este centro comercial con las superficies comerciales que tiene al lado, Bricomarian y Toysrus. Envió sus quejas al Ayuntamiento y finalmente le respondieron que está construida en terrenos que pertenecen a Carrefour, que no son de titularidad municipal. "En su dia el Ayuntamiento dio de paso esa rampa, seguramente se hizo de cualquier manera cuando tampoco la legislación era tan exigente y... salga lo que salga", comenta amargamente.
"Es impracticable, más que una rampa parece el Everest y no se puede subir con una silla de ruedas", añade. ¿La solución?... buscarse la vida como tantas otras veces. "La única opción es ir por la carretera, por donde bajan los coches. La verdad es que me la estoy jugando cada vez que paso pero no queda otra". Un problema que se agudiza cuando es de noche. "Sé que va en contra del código de circulación pero no me queda otro remedio", insiste. En su particular rampa contra este Everest diario para una persona discapacitada ha subido incluso un vídeo a youtube con imágenes de sus peripecias y un inequívoco mensaje de denuncia.
Problemas viejos en el viejo León
Mientras que en las zonas de construcción más reciente como Eras de Renueva o zonas de La Lastra el diseño urbano ya tiene en cuenta la movilidad, en el viejo León por sus propios condicionantes físicos, los viejos problemas se mantienen. "Hay barrios un poco olvidados. Se observa bien si te separas de El Corte Inglés hacia abajo, en la parte más antigua de La Chantría y por detrás de la Guardia Civil. En la zona del Ejido también. En las aceras se ha mejorado bastante pero por ejemplo hay una cosa bastante importante como es la accesibilidad a los sitios a una carnicería, una tienda, un bar. Ahí, la mejoría todavía es muy baja. Si hay un escalón de diez o doce centímetros y vas acompañado haces el caballito y entramos pero si vas solo es muy complicado". Y duele porque el acondicionamiento es sencillo. "Con hacer un simple rebaje se hace una entrada para todos. Eso supone ir hacia una sociedad mejor", subraya convencido Agustín Fernández que deja para el final una última reflexión: "Una sociedad, si se preocupa por todos sus miembros, pone de manifiesto su auténtico nivel".
Queda camino por recorrer. Está claro. Pero también se está avanzando como lo demuestra la reciente creación en el Ayuntamiento de León de una nueva figura el Defensor del Discapacitado. Es responsabilidad de José Manuel González, miembro fundador de Aspaym y una persona muy implicada con lo que lleva entre manos.