El Ayuntamiento y las empresas negocian la indemnización final

Antes de salir, la UTE formada por FCC y Dragados tiene pendiente ajustar la cuenta con el Ayuntamiento de León por la rescisión del contrato. La decisión municipal de paralizar por el momento la construcción de la última fase, que comprende la rehabilitación de la vieja Azucarera Santa Elvira para convertirla en el centro de congresos, hace que tenga que indemnizar a las constructoras por la parte del presupuesto que queda por ejecutar.

La factura no ha sido reclamada todavía por las empresas, como apuntan desde el consistorio. La cifra saldrá de ajustar el 6% de lucro cesante al presupuesto que quedaba por ejecutar de los 69,9 millones de euros de la intervención en los edificios de congresos y exposiciones. Sobre los 14 millones de euros que se estima que restan, la cuenta quedaría en el entorno de los 840.000 euros.

No será de todos modos lo único que tenga que saldar León. La UTE concesionaria reclama además una indemnización por el aumento del plazo de ejecución que entienden que no es imputable a sus labores. La última fecha límite se fijó para el 1 de octubre de 2016 y, desde entonces, se debe calcular la cantidad a pagar. Las constructoras exigen más de 700.000 euros, pero el consistorio defiende que no son más de 480.000 euros.

Por este concepto, debido a los incumplimientos de las aportaciones de las instituciones, la UTE ya se llevó 6,7 millones de euros en diciembre de 2014.