Las fachadas de vidrio cuentan con un sistema de estores
El palacio se arma con una estructura de ingeniería metálica. En la cubierta, además de los paneles, hay un sistema de ingeniería que abre las trampillas de manera automática si detecta fuego y ayuda a evacuar el humo para evitar intoxicaciones.
No hay paredes. El interior es visible gracias al doble vidrio con cámara intermedia donde van los estores en colores amarillo y rojo que se bajan y suben en función de la temperatura interna y la disposición del sol. Todo está controlado desde una central de mando en la que también se vigila la climatización, el abastecimiento y los servicios, como explica Cristina Izquierdo, delante del ordenador y la multipantalla de vigilancia. Desde ese punto se controla la infraestructura: 245 metros de longitud y 42,5 metros de ancho; en el sótano hay 10.000 metros cuadrados más.