LEÓN ■ INFRAESTRUCTURAS
Fomento condena al olvido el compromiso de convertir en rotonda el cruce de la N-120
El proyecto acumula tres años de parón desde que se anunció para dar fluidez al tráfico entre León y el oeste del alfoz.
La espera se alarga desde que el Ministerio de Fomento anunció que convertiría el acceso de la Nacional 120 a Trobajo del Camino en rotonda. Se cumplen tres años. Y desde aquella efeméride, no se le conocen avances al proyecto. Ni administrativos ni técnicos. Ninguna novedad que haga pensar en que a corto plazo el tráfico de León y su alfoz pueda llegar a disponer de una estructura viaria competitiva, que facilite la movilidad en el tránsito entre el norte y el oeste del conglomerado urbano. Con el horizonte turbio, nada nítido, sobre la opción de que llegue a ejecutarse algún día el corredor de la ronda norte noroeste, el completaría el anillo inacabado en la circunvalación de la capital leonesa, la circular sobre la carretera de Astorga se presenta como la única alternativa para mejorar la fluidez de las comunicaciones en la zona. Que coincide, además, con la vía de mayor aforo de cuantas circundan la ciudad, punto de paso y enlace además, a la carretera con más densidad de circulación de toda la provincia.
Todo ese aparejo nace y desemboca ahora contra el muro de una regulación por semáforo, y en un ramal en forma de media luna, que no está a la altura de la demanda; basta con transitar por ese tramo en algunas horas punta para el tráfico y comprobar que la estructura no da abasto para la cantidad de vehículos que eligen ese paso para salir o entrar de la ciudad, para alcanzar el enlace con la salida norte de la ciudad.
Fue en marzo de 2015 cuando desde del Ministerio de Fomento se dio por buena la transformación del cruce ancestral de la carretera de Astorga en una rotonda de 80 metros de diámetro, capaz de absorber toda la demanda de tráfico rodado que confluye a diario en ese punto. Fue a petición y ruego del ex alcalde de San Andrés del Rabanedo, Gregorio Chamorro, que llevó las gestiones de reivindicación de mejora ante la dirección general de carreteras del Estado. La solución se presentaba como adecuada para dar fluidez al paso de vehículos, modernizar la estructura viaria de un punto estratégico que comparte accesos a una zona industrial y mejorar, de paso, el entorno urbano de la zona, fragmentado ahora entre un bosque de isletas, biondas y medianas.
La esperada rotonda sobre el cruce de la Nacional 120 y la travesía de Párroco Pablo Díez es el eslabón perdido para solucionar la afluencia de tráfico hacia una zona de la capital que hasta ahora debe resolver esta deficiencia a base de callejeo; la falta de una estructura de alta capacidad es causa de los mayores problemas de tráfico que padece una ciudad con la circunvalación a medias. La parsimonia que aplica Fomento para desarrollar la rotonda anunciada hace ya tres años tiene poco que ver con la urgencia de tráfico que soporta el cruce en los picos de mayor demanda.