Cerrar

LEÓN ■ SEMANA SANTA

Minerva tiene dos estatutos y en uno ha eliminado a las 'hermanas'

La cofradía impone un texto con modificaciones que no ha ratificado el obispo de León

Publicado por
SUSANA VERGARA PEDREIRA | LEÓN
León

Creado:

Actualizado:

La cofradía de Minerva utiliza dos estatutos, y no son iguales. En uno de ellos, ha cambiado dos puntos fundamentales: ha eliminado a las hermanas y modificado la manera en la que se debe de aprobar el reglamento de braceros.

La desaparición de la mención a las mujeres de Minerva —que son hermanas de derecho, con carta de pago aunque no puedan salir con túnica, sólo de traje (manolas)— implicaría consecuencias en su estatus oficial dentro de la cofradía.

Ante el Obispado —el encargado de ratificar los estatutos de las cofradías de Semana Santa es el obispo, que los aprueba y sanciona con su firma—, la Real Cofradía del Santísimo Sacramento de Minerva y la Santa Vera Cruz presentó un texto oficial en el que se recoge, en el prólogo, la mención expresa a “los hermanos y hermanas”. Es el documento auténtico. En el ‘falso’, el que distribuye entre sus papones y hace valer como ‘ley’, la mención a las mujeres ha desaparecido. Es el texto que la cofradía entregó perfectamente encuadernado en la Junta General que se celebra el Domingo de Ramos. En él, hay además una modificación de otro punto sensible. En el estatuto sellado por el Obispado, el artículo 78 dice que el reglamento por el que se rigen los braceros —que regula sanciones, expulsiones y en el que debe de figurar las normas que rigen las procesiones de la cofradía y todos los actos que organice o en los que participe—, habrá «necesariamente» de ser aprobado o modificado por la Junta General (la reunión anual de todos los miembros de la cofradía). En el que Minerva impone a sus papones, ese reglamento se aprueba por la Junta de Seises, es decir, sin escuchar ni pedir el voto a los hermanos y hermanas: lo decide la cúpula de la cofradía, contraviniendo los estatutos oficiales.

El Obispado no tiene constancia de estas variaciones.

Los estatutos que usa Minerva y que llevó a la Junta General no son los aprobados por la «autoridad eclesiástica», como se asegura en el punto 3 del orden del día de esa asamblea, del 20 de marzo de 2016. Son unos estatutos modificados sin conocimiento del obispo de León, Julián López. De hecho, no tienen ni firma ni fecha. Sí están en el otro documento, el estatuto real, sellado hoja a hoja con el tampón de la Secretaría General del Obispado, con la firma estampada encima, unido al sello oficial de la cofradía. La junta en la que se proclamaron los estatutos —no se votaron por los hermanos y hermanas— se celebró antes de que los estatutos fueron ratificados por el obispo, que lo hizo el 11 de abril, 22 días después. El texto presentado no es el aprobado por el Obispado.

La reforma de los estatutos debería haber sido sometida a Junta General Extraordinaria, según el reglamento de Minerva. «Los estatutos sólo podrán ser modificados en Junta General Extraordinaria, convocada a tal efecto y con ese único punto en el orden del día», reza textualmente el artículo 94 de los estatutos vigentes hasta ese momento. No se hizo.

Según el actual abad, José Luis González Álvarez, «no ha habido necesidad de votación». González no ha querido explicar por qué hay dos textos y en qué situación quedan la mujeres de Minerva. «Son muy importantes, yo siempre empiezo mis escritos con ‘hermanos y hermanas’», dijo. En la entrevista concedida a este periódico con motivo de su nombramiento como abad no las mencionó ni una sola ocasión. González zanjó la conversación sobre los dos estatutos con un «doy por terminado este asunto».