Los socavones se unen al rosario de dificultades del vial
Los miles de conductores que se toparon desde este fin de semana con el asfalto agujereado en el itinerario de la Nacional 120 deben añadir este tipo de dificultad a una secuencia interminable de inconvenientes que acompaña desde hace años el paso por la carretera; los socavones y badenes se unen a una línea continua, mítica ya para quienes transitan por este entorno, que impide adelantar durante una tramo de más de tres kilómetros; una concentración inusual de radares (hay cuatro en poco más de media docena de kilómetros) y travesías urbanas, atestadas por una densidad de circulación irrespirable en algunos trechos horarios, terminan por convertir a esta carretera en un reto para los usuarios, que la emplean por miles. Pero la N-120 no es una excepción en el deterioro de las carreteras leonesas que acentúa la época invernal. En el mismo entorno de la capital leonesa se cuentan otros referentes del mismo calibre; uno de ellos, en el vial de acceso de la Nacional 601 a la LE-30, se puede tomar ya como referente de máxima prioridad para reparar, aunque más allá de un bacheo de urgencia.