León ■ Tribunales
El fiscal pide 122 años para el etarra que mató en León al comandante Cortizo
Considera acreditado que Sergio Polo fue quien colocó, en 1995, la bomba en el coche del comandante leonés
La Fiscalía ha mantenido hoy su petición de 122 años de cárcel para el etarra Sergio Polo, al considerar acreditado que fue quien colocó, en 1995 en León, una bomba lapa en el coche del comandante del Ejército Luciano Cortizo que al estallar le causó la muerte y heridas graves a su hija, de 18 años.
Antes de elevarlas a definitivas, el fiscal de la Audiencia Nacional José Perals ha modificado en parte sus conclusiones provisionales para reclamar una indemnización de 160.000 euros para el hijo de la víctima, Alejandro, además de las que ya solicitaba para la viuda y la hija, a la que además pide indemnizar por las secuelas.
En su informe definitivo, Perals ha ido desgranando uno a uno los indicios contra Polo, que "se sustentan en pruebas directas" y que, a su juicio, acreditan que fue el autor de este atentado siguiendo las instrucciones de la que fuera entonces jefa de ETA María Soledad Iparraguirre, Anboto, presa en Francia.
Esos indicios fueron los que llevaron a reabrir esta causa hace algo más de dos años a raíz de que la Guardia Civil, al revisar el caso, emitiera un informe en el que señalaba que en el registro del domicilio de Pasajes de San Pedro (Guipúzcoa), alquilado por Sergio Polo, se ocuparon "numerosas evidencias, documentos y efectos" que le incriminaban a él y a Anboto en este atentado.
Para el fiscal, son prueba de ello la comunicación orgánica firmada por Anboto que fue intervenida en el piso y en la que se dirigía a Lur, alias con el que ETA identificaba a Polo, o los itinerarios de autobús y tren a León manuscritos por él y de los que los informes caligráficos acreditaron finalmente su autoría.
También los explosivos utilizados en el atentado -que fueron colocados como bomba lapa en el interior del coche, con lo que la explosión se produjo de "dentro a fuera"- son "perfectamente compatibles" con los encontrados en la casa.
Además fue hallada una comunicación orgánica en la que se habla del atentado de León, refiriéndose a un león y a la víctima como "el enemigo" con frases como "parece que al enemigo se le aparece la virgen" y que trasluce que el atentado "va a ser inminente".
Otro indicio esgrimido por el fiscal es que también se ha descartado que participaran en el atentado otros dos etarras que ocuparon ese mismo piso -Francisco Javier García Gaztelu, "Txapote", y José Ignacio Alonso- ya que el primero se encontraba en Francia cuando se produjo el atentado y el otro fue visto ese día en Álava.
Según el relato del fiscal, en fechas previas al 22 de diciembre de 1995, Anboto entregó a Polo material explosivo para asesinar al comandante Cortizo, dándole instrucciones precisas.
Una vez localizado el coche, estacionado desde la tarde del 21 de diciembre de 1995, el etarra colocó la bomba lapa en su interior, y sobre las 13.20 horas del 22 de diciembre, el comandante y su hija María Beatriz se introdujeron en el vehículo y cinco minutos después de arrancar y tras circular unos 300 metros hizo explosión el artefacto.
A consecuencia de la detonación, el comandante, que tenía 44 años, falleció en el acto, y su hija, que tenía 18, resultó herida de gravedad necesitando varias intervenciones quirúrgicas y quedando con secuelas. Igualmente resultaron con lesiones personas que transitaban por la calle en el momento de la explosión.
En su escrito de acusación, la Fiscalía, además de la pena de prisión, pide que se prohíba al acusado viajar a León durante 10 años desde su excarcelación.