FINANCIACIÓN AUTONÓMICA
La Junta busca una nueva financiación «que repare 40 años de desigualdad»
Los partidos defienden un nuevo modelo de reparto solidario de fondos a las autonomías.
A. Calvo | León
El representante de Castilla y León en la Comisión de Expertos para la formulación de un nuevo modelo de financiación autonómica, Jaime Rabanal, remarcó ayer que si entre todas las comunidades y el Estado logran una buena reforma de la financiación, «se podrán reparar los desequilibrios originados en los últimos 40 años». La financiación autonómica «es un problema de máxima actualidad por la discrepancia que existe entre las diferentes comunidades autónomas y porque los fondos son insuficientes para todos los servicios que prestan», resumió el decano de la Facultad de Económicas, José Miguel Fernández, quien presentó la mesa redonda organizada en su centro y en la que ayer participaron todos los integrantes de la comisión de expertos de Castilla y León, con integrantes de todos los grupos políticos con representación en las Cortes y en la que Rabanal actuó como moderador.
Castilla y León va a Madrid con un documento acordado por todos los partidos en el que se remarca la exigencia de patrones de igualdad y solidaridad entre todas las comunidades. «Cambiar el modelo de financiación es necesario por imperativo legal (el actual venció en 2014), pero también porque ese insuficiente para financiar todos los servicios que ofrecen las autonomías». El director general de Tributos y Financiación de la Junta, José Agustín Manzano, remarcó que el documento «señala la posibilidad de llegar a un elemento de consenso» y que el principio fundamental de la reforma debe de ser «la suficiencia de recursos», teniendo en cuenta la diferencia de gasto entre la ciudad y el medio rural.
«Existen muchas desigualdades y el problema es serio», sentenció el representante del PP, Juan Carlos de Margarida, quien apuntó que el nuevo modelo debe desarrollarse «fijándose en el equilibrio de necesidades y también en el de recaudación», recordando que las dos comunidades forales —País Vasco o Navarra— «no aportan lo que tienen que aportan al principio de igualdad». En este sentido también se manifestó, Manuel Mitadiel, de Ciudadanos, quien exigió que estas dos autonomías «deben contribuir a la solidaridad intraregional». «El modelo debe ser más simple y que posibilite la corresponsabilidad fiscal», aseguró.
El socialista Octavio Granado, criticó el planteamiento actual «con el que las autonomías más ricas pierden y las pequeñas más porque el Estado también se queda con recursos a través del IRPF y el IVA», matizando: «El Estado no debe perder, pero las autonomías tampoco». Desde Podemos, Félix Díez, también incidió en que la reforma de financiación debe ir acompañada «de una reforma fiscal progresiva que permita a las comunidades autónomas acabar con el déficit fiscal».
Por su parte, el leonesista Luis Manuel Estaban, en representación del Grupo Mixto, reclamó que la reforma de financiación autonómica también debe abordar la desigualdad que existe dentro de Castilla y León, «con región leonesa más afectada por la despoblación y el paro, por lo que la solución también pasa por sacar a León de esta autonomía».