Veterinaria quiere alargar a 5,5 años el grado para dar más formación práctica

A. Calvo | León

María Teresa Carbajo es la primera mujer que, tras 161 años de historia, se pone al frente de la Facultad de Veterinaria de León. Ella fue elegida el 8 de marzo y su contrincante también era mujer. Será el próximo viernes cuando asuma oficialmente el cargo, al que se enfrenta con la propuesta lanzada desde todas las facultades de España al Ministerio de Educación para alargar el plan de estudios del grado de cinco a cinco años y medio, lo que supondría 30 créditos a mayores de los 300 actuales. Una medida que consideran fundamental y por la que están «peleando» para «aumentar la optatividad y dar mayor presencialidad a las prácticas», explica la decana, para añadir que esta demanda también existe en el grado de Farmacia y se plantea la posibilidad de que también se modifique el plan de estudios de Ciencia y Tecnología de los Alimentos, que también se imparte en la misma Facultad de Veterinaria.

«Ampliar la duración del grado permitirá que los futuros veterinarios tengan también más formación en algunas disciplinas o áreas novedosas como la seguridad alimentaria, la agricultura, la acuicultura o los animales de experimentación», incide Carbajo. Para manejar a los animales que se usan en investigación, los veterinarios tienen que hacer ahora cursos para reforzar los conocimientos que reciben durante el grado, a pesar de que su paso por la universidad ya acredita esta capacitación. Estas nuevas especializaciones en las que los veterinarios que se estén formando podrán adquirir ya durante el grado, «son muy demandadas y por eso es preciso hacer hincapié en ellas, además de que es necesario estar listos ante la entrada de nuevos campos que puedan surgir por la demanda social».

Veterinaria sigue siendo uno de los buques insignia de la Universidad de León y una de las titulaciones más demandadas. Para cien plazas, este curso recibieron un millar de solicitudes en primera opción y el 50% de los estudiantes son de fuera de Castilla y León. Tan sólo una decena de estudiantes leoneses se matricula cada año. «Tenemos unos estudios únicos, es la única facultad en toda la comunidad; hay que cuidar todos los centros, pero en terminados momentos Veterinaria necesita un mayor apoyo porque para los estudios necesitamos instalaciones como la granja, la planta piloto de alimentos o el Hospital Veterinario», explica la decana.

Adaptar la facultad a las nuevas metodologías de enseñanza es otro de los retos a los que quiere enfrentarse Carbajo, a lo que añade también obras de mejora, como la sustitución de las ventanas. «Somos conscientes de que la facultad necesita una remodelación de espacios», apunta, poniendo como ejemplo aulas más pequeñas para grupos reducidos a lo que suma su intención de lograr que el máster que se oferta en el centro logre un marchamo europeo como el recientemente conseguido para al grado. «Tenemos que ver la forma de atraer alumnos, potenciando más investigación o un máster de especialización en rumiantes, teniendo en cuenta la cabaña ganadera de la provincia», añade.

El envejecimiento de la plantilla es otro de los asuntos que preocupa a la nueva decana, que plantea más plazas para profesores jóvenes «como una reivindicación», a lo que suma más espacios para los profesores de Ciencia y Tecnología de los alimentos.

«La oferta de trabajo es buena para los veterinarios, aunque el problema está ahora en la precariedad laboral», explica María Teresa Carbajo, la primera decana de la Facultad de Veterinaria, un centro en el que las alumnas van ganando posiciones y ya representan más del 75% de los estudiantes. «Ya hemos olvidado que Veterinaria es una profesión sólo de hombres, es el reflejo de lo que ocurre en otras profesiones y la sociedad», apunta para incidir también en lo que ocurrirá cuando concluya su mandato: «Dentro de cuatro años, se me juzgará como decana, pero también se me juzgará como mujer».