SEMANA SANTA
El abad de Minerva niega a las mujeres los mismos derechos que a los hombres en la cofradía
Un miembro endosa al Obispado la existencia de varios textos de los estatutos
El abad de Minerva y Vera Cruz negó esta mañana a las mujeres los mismos derechos que a los hombres en la cofradía. Lo hizo en la junta general celebrada a las 12 del mediodía en los salones del Ayuntamiento de Ordoño, en respuesta a una intervención de un bracero del Desenclavo que, acompañado por su hija, preguntó si las hermanas pueden salir de túnica en la procesión, en igualdad de condiciones que los hombres al ser una cofradía mixta, hizo que constara en acta la respuesta negativa del abad y pidió copia literal de la misma.
La discusión entre hermanos y junta de seises arrancó en el punto tercero del orden del día, cuando algunos miembros de la cofradía dejaron patente la existencia de tres estatutos atribuidos a abadías diferentes, dos con el mismo texto y otro con variaciones, y advirtieron a los hermanos de Minerva que tenían fotocopias para que pudieran comprobarlo. Sostuvieron además que el estatuto que la cofradía asegura que es un borrador, está sellado, firmado, validado oficialmente y refrendado por un decreto del obispo y que el propio Obispado ha reconocido que es válido y no se trata de un texto preliminar. “Lo encabeza el decreto del obispo, el vicario general ha confirmado que no es un borrador sino que tiene sello y goza de validez”, añadió. “Tenéis estos -a la junta de seises- registrados y otros contradictorios”.
Un miembro de la cofradía endosó la responsabilidad de la existencia de varios textos directamente al Obispado. No fue desmentido por la junta de gobierno. Abad y seises no desmintieron esa información.
El estatuto -los tres existentes- aseguró un hermano en nombre de un grupo de papones de la cofradía, contraviene la Constitución y el ordenamiento civil y eclesiástico porque es, alegó, discriminatorio por razón de sexo.
“No es sólo que no sepamos qué estatutos son. Independientemente de los textos que se barajen, es que son nulos, no son válido, porque contravienen el ordenamiento civil y eclesial, son contrarios a la Constitución, no reconocen la igualdad de género, son discriminatorios. Son contrarios a la Constitución, a las disposiciones recogidas en el Registro Nacional de Asociaciones y a los acuerdos con la Santa Sede”, dijo. Instó además a tratar el asunto con seriedad y sensibilidad, “acorde a los tiempos”. Hubo revuelo general.
“Los estatutos que nos presenta la cofradía son obsoletos, no son ni democráticos ni transparentes”, añadió.
En la junta general, también se puso en duda la forma en que fueron proclamados “y no aprobados” los estatutos, matizó uno de los representantes de los hermanos, que acudió al reglamento del Registro de Entidades Religiosas, que establece que deberán constar las mayorías con las que se aprueba el texto que regula la vida interna de las asociaciones de fieles. Igualmente se criticó el reglamento de braceros y se denunció el incumplimiento de un compromiso de la junta de seises para convocar una Junta General Extraordinaria, antes del 1 de septiembre de 2017, para tratar “los gravísimos problemas surgidos en la Procesión del Entierro del 2017”.
El abad de Minerva y la junta de seises se mantuvieron en su postura de que las hermanas de la cofradía - que es mixta y las mujeres son miembros de pleno derecho con carta de pago- sólo pueden vestir de manolas y no llevar túnica, que los estatutos válidos son los proclamados en 2016, y que la responsabilidad de que no saliera la Amargura el año pasado era de los braceros, aunque terminaron aceptando un símil futbolístico esgrimido por uno de los asistentes, que comparó una cofradía con un equipo de fútbol en el que hay jugadores y por encima de ellos “un entrenador”.
También intervino una mujer que dijo hacerlo en nombre de las hermanas y que recriminó que se hablara “por nosotras”. Dijo que querían seguir saliendo con mantilla. “Hay otras que quieren salir con túnica. Habrá que darles posibilidad de salir con túnica”, le respondieron.
Un abad honorario alertó a la junta de seises de que deberían de cambiar de rumbo "o en diez años esta cofradía se termina".