La «y» invertida que deja de lado el Atlántico
La incorporación de Zaragoza y Pamplona al Corredor Atlántico varía de forma sensible la planilla del mapa que en la última década se había tomado como referencia para delimitar la autopista ferroviaria de mercancías entre la península y el continente europeo. Ahora se añade un apéndice por el extremo oriental, nororiental, que parte de Irún,m y descarga hacia el valle del Ebro. El resultad, según valoró el ministro de Fomento, salda una deuda con Zaragoza, pero no deja de agraviar más al noroeste, que aspira desde hace años a tener un punto de conexión que extienda la prioridad de las inversiones para dinamizar la actividad logística de esta fracción noroeste de España; de León hacia los puertos del Cantábrico y del Atlántico. El resultado del nuevo mapa acentúa la exclusión de este costado, mientras el corredor en y griega invertida gana espacio hacia el este, hacia el pasillo de influencia que se reserva parea el Corredor Mediterráneo. DE momento, el Corredor Atlántico sólo toca este océano en Portugal.