LEÓN ■ INFRAESTRUCTURAS
Dos autovías y ocho carriles cambian el mapa de tráfico del sureste leonés
Culmina la obra de conexión de la A-60 y la A-231 que eleva el rango del nudo de Santas Martas
El nudo de Santas Martas se levanta como un cambio definitivo del mapa del tráfico del sureste leonés; un cambio para siempre, a partir de los ocho carriles y las dos autovías que se encuentran en torno al kilómetro 22 de la A-231, que consolidará así las competencias que ha ganado como arteria prioritaria para la circulación. Le viene a elevar el rango la A-60, en ese enlace que culminará al tiempo que las obras del nuevo tramo de autovía que va a abrir en la provincia leonesa.
Los trabajos en torno a la confluencia de las dos autovías dejan ya casi definido un escenario de scalextric, que permeabilizará que la circulación entre las dos estructuras.
La ejecución supuso una de las intervenciones más complicadas en la construcción de la A-60, al encajar en una plataforma elevada sobre el curso de la autovía León-Burgos. Las obras se desarrollaron desde el pasado mes de mayo, hasta cerrar el lazo en forma de trébol que ya se presenta como un icono de la circulación en el sureste del territorio leonés.
En las últimos días, se completa el remate de la intervención, con la adecuación de los ramales de acceso que anudan las dos autovías en todos los sentidos posibles de la circulación; el ajuste de la señalización avanza ya la relevancia de este cruce de caminos que ha brotado a base de inversión y obra pública en medio de una altiplanicie en la que hasta hace no más de dos décadas no había más que un mar cerealista; en cuanto Fomento ponga en servicio el tramo pendiente de estreno al sur del Porma, la A-231 sumará una conexión extraordinaria a la nueva autovía por ese punto de enlace del nudo de Santas Martas con una densidad de tráfico sobresaliente en el mapa provincial; el aforo de las dos vías puede superar los veinte mil vehículos diarios en sus picos estadísticos. En León, sólo la confluencia de la Nacional 120, la AP-71 y la A-6 puede ofrecer un volumen más alto de circulación.
La referencia de la interconexión de la A-60 y la A-231 consagra la progresión de las comunicaciones en este tramo del territorio leonés en los últimos años, que coincide con el despliegue del tren del alta velocidad (la traza se halla a unos centenares de metros al norte del nuevo enlace).
La actividad de construcción en torno a la concurrencia de las dos autovías que abren paso a León hacia el sureste resultó febril desde hace casi un año; los trabajos comenzaron la pasada primavera y ahora se rematarán con la rehabilitación de la calzada de la autovía jacobea. La complejidad de la actuación obligó a reordenar la circulación y a disponer pasos alternativos para permitir levantar la nueva estructura.
Faltan flecos para culminar el remate de la intervención; se observa ya un nudo descollante, que resultaba imposible imaginar hace sólo dos décadas en este punto de León.