Un icono que lleva aparejado el estreno de la A-60

El enlace de la A-60 y la A-231 está a expensas de remates. La evolución de la estructura en este punto concreto es paralela a la progresión de la obra en el tramo de la nueva autovía que va a dejar veinte kilómetros más de vía de alta capacidad en la provincia a partir del próximo verano; el encaje ha concentrado una actividad febril de obra pública desde el pasado mes de mayo, hasta levantar una plataforma superior en el curso del camino de Santiago para dar paso a la A-60 hacia el punto de conexión a la N-601 (kilómetro 299), donde expira el trecho que está por inaugurar. Definido el enlace con la A-231, la autovía León-Valladolid, tiene ultimadas las conexiones a la carretera N-625 y lista para abordar el enlace que le conectará a la N-601 en un punto contiguo al yacimiento de Lancia, entre las localidades de Villamoros y Mansilla de las Mulas. Las máquinas asfaltadoras se agrupan desde hace unos días en el extremo sur del tramo, para extender la capa de rodadura en este trecho. La obra para levantar el trébol que acopla las dos autovías en las inmediaciones de Santas Martas ha obligado a reconstruir parte de la calzada de la A-231, adaptada ya al nuevo orden circulatorio que abre este nudo, que eleva el rango del corredor este de la provincia leonesa.