La UME entrena su reacción ante terremotos en Murcia

A. Calvo | León

El quinto batallón de la Unidad Militar de Emergencias, con sede en la Base Conde de Gazola, participa esta semana en un ejercicio de adiestramiento que se realizará en Murcia para mejorar sus capacidad de reacción ante un terremoto, cuya intensidad provocará que se declare el nivel de alerta 3, considerado de interés nacional. El batallón leonés aporta a este ejercicio 70 militares, la mitad de ellos como apoyo a las operaciones y la otra mitad como equipo de intervención de Búsqueda y Rescate Urbano, conocido como el equipo Usar, con el objetivo de que la unidad militar «mejore la gestión de este tipo de emergencias».

Desde la UME destacan la complejidad de las consecuencias de un terremoto, «que lleva aparejados daños no sólo en las infraestructuras de vida y alojamiento de la población, sino todo tipo de infraestructuras, como los servicios esenciales o la industria», lo que a su vez puede provocar riesgos que no estén directamente relacionados con el movimiento sísmico, como inundaciones por rotura de presas o contaminación por daños en industrias «que son igualmente peligrosos» que el terremoto en sí mismo.

El entrenamiento en Murcia permitirá a los militares de la UME poner en marcha todos los mecanismos establecidos para la integración de apoyos y medios implicados en la resolución de emergencias tanto a nivel local, autonómico y estatal, incluyendo también la petición de apoyos a la Unión Europea.

Gestión y coordinación

Durante esta semana, los ejercicios se realizarán en la zona de Alcantarilla, Valle de Escombreras y Cartagena. Todos los trabajos que desarrollen en la zona implicarán una gran variedad de capacitaciones para que los militares puedan intervenir y que, a su vez, han de ser puestas a disposición al mismo tiempo en los diferentes sectores «lo que complica la gestión y coordinación de la emergencia». Todo ello, respetando los procedimientos establecidos por la normativa respecto a las responsabilidades de cada uno de los organismos y los procedimientos de activación, intervención y traspaso de responsabilidades entre todas las entidades competentes.

La Unidad Militar de Emergencias plantea estas operaciones y ejercicios de forma anual como el Gamma Ayerbe 2011, en Huesca, Cogolludo 2012, en Guadalajara, Palazuelos 2013 en Segovia, Luñol 2014, en Valencia, Daimiel 2015 en Ciudad Real, Sur 2016 entre Sevilla y Ceuta y Cantabria 2017, que precisamente se coordinó desde el batallón leonés. Todos siguen el mismo planteamiento y permiten la validación de diversos Planes de Contingencia de los diferentes riesgos derivados de los Planes Estatales de Protección Civil. El año pasado, en Cantabria, el ejercicio se centró en una emergencia ante una gran inundación con graves consecuencias en el medio ambiente porque la riada afectaba a industrias altamente contaminantes.