Diario de León

INTEGRACIÓN FERROVIARIA ■ el convenio con adif demora el inicio de las obras en el entorno

La urbanización de la estación de Feve se demora a la espera del convenio con Adif

El documento espera desde hace dos meses el visto bueno jurídico, tras el cual deberá ser ratificado por Presidencia.

La cesión al Ayuntamiento de León del muelle, en primer término, ya está firmada por parte de Adif. RAMIRO

La cesión al Ayuntamiento de León del muelle, en primer término, ya está firmada por parte de Adif. RAMIRO

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álvaro caballero | león

Va para dos meses que la última versión del convenio para la urbanización del sector de la estación de Feve se envió a Madrid. Ahí sigue, en las oficinas del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), que recalca que «existe acuerdo» con el Ayuntamiento de León «respecto al texto», aunque matiza que «está en fase de tramitación, de acuerdo con los procedimientos en vigor y actualmente pendiente de informe de asesoría jurídica». «Posteriormente deberá obtenerse también un informe favorable del Ministerio de la Presidencia y para las Administraciones Territoriales conforme a lo previsto en la Orden PRA/1267/2017», detallan fuentes del ente gestor, dependiente del Ministerio del Fomento, que no va más allá en la delimitación de plazos para hacer avanzar el proyecto. Siete años después de que empezaran las obras de la integración ferroviaria, ahora la tramitación administrativa atasca la actuación que queda pendiente para completar la intervención urbanística.

Pese a esta ausencia de avance, desde el Adif insisten en que no hay ningún problema. Los responsables del gestor ferroviario estatal recalcan que se encuentran «trabajando conjuntamente con el Ayuntamiento de León en la definición de parámetros, planimetría, etcétera, que permita avanzar en la elaboración de los distintos documentos urbanísticos de desarrollo del sector». Aunque no se puede seguir adelante de manera efectiva con los pasos administrativos que desbloqueen la urbanización hasta que el convenio tenga la firma de las dos partes. La intención del consistorio pasa por aprobarlo por su parte en el próximo Pleno municipal, que se retrasará del 25 de mayo al 1 de junio, pero no tendrá ninguna validez hasta que desde Madrid hagan lo propio y las dos partes se sienten a firmarlo de manera conjunta.

Los filtros de Fomento y Presidencia son los obstáculos que hacen encallar la operación. El resto de la programación, como admite Adif al citar que se trabaja en los documentos urbanísticos de desarrollo, está negociada entre los técnicos de las dos administraciones. Con el convenio ratificado, el plan pasa por aprobar de manera inicial y de manera conjunta la preceptiva modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que sería la tercera, y el estudio detalle del sector. No haría falta esperar siquiera al plazo de alegaciones, resolución y ratificación definitiva, ni tampoco a la aprobación del proyecto de ejecución, puesto que la intervención se articula como unas obras «provisionales» con las que desarrollar la urbanización, pero sin que se vaya a avanzar en la construcción de las viviendas de los cinco bloques que se delimitan en el sector.

Este punto es el que genera las suspicacias en Adif, que pagará los 1,4 millones de la urbanización. Los responsables del administrador ferroviario quieren que no haya duda de que no renuncian a sus derechos de propiedad en la urbanización. Por el momento, el convenio establecerá que se convertirán en zonas verdes cerca de 10.000 metros cuadrados, aunque más de la mitad corresponden a las parcelas construibles en el futuro: tres bloques para rematar las traseras de la calle Renueva, uno en la zona final de Bilbao y uno más en forma de ‘u’ que abrazaría las casas de Ramón y Cajal. Este último tendrá 4-5 alturas, en lugar de la torre de 11 que había en el plan inicial, y obligará a redefinir la edificabilidad total, que no alcanzarán las 141 viviendas prevista sino que se quedará por debajo de las 130. El cambio hace que se tenga que recalcular los beneficios, que en el estudio de Feve de 2010 fijaban unos ingresos limpios para la compañía de 14,9 millones de euros.

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