cifras astronómicas
Digestiones de campeonato mundial
Los récords gastronómicos del Libro Guinness deparan curiosos registros a los que León tratará de sumarse hoy, gracias a uno de los productos más señeros de su agroalimentación.
Miguel ángel zamora | león
La tortilla de patata más grande del mundo se hizo en Vitoria en 2014. Fue con 1.600 kilos de patatas, 16.000 huevos, 150 litros de aceite, 26 kilos de cebollas, 15 kilos de sal y 12 chefs. Uno de ellos era el campeón de España de tortillas. En 2015, Toledo consiguió el plato de jamón más grande del mundo con 392 kilos. En 2013, Burgos cocinó la morcilla más larga del mundo, de 187,2 metros. La altura sumaba las dos torres de su catedral. Se utilizaron 220 metros de tripa de vacuno y 300 kilos de masa, que dio para un total de 4.200 pinchos. León trata de sumar hoy al menos 250 kilos de Cecina cortada a cuchillo para ingresar en los registros mundiales.
Validar el registro cuesta 7.500 libras. De canon. Luego aparte, hay que correr con los gastos de desplazamiento del adjudicador, para el caso de León, un catalán llegado desde fuera del territorio nacional, que dará fe para la organización de que se han cumplido los registros.
«No queríamos correr el riesgo de lo que les ha pasado en otros sitios», apunta el concejal de Comercio, Pedro Llamas. Se refiere a los casos de ciudades en las que se trató de dar fe de la existencia del reto por la vía notarial o tratando de certificarlo por otros conductos que luego se resolvieron inútiles para Guinness Wolrd Records, la entidad oficial que se encarga de acreditar».
Los más de 40.000 récords actualmente reconocidos cubren las cuatro esquinas del globo. Se ofrecen los mismos servicios a todos los aspirantes a batirlos. Para conseguirlo, cuenta con una red internacional de oficinas y representantes oficiales.
«Lo que nos satisface a los profesionales es que sean récords que dignifiquen el producto, que no sean casos de frikis». Lo dice Pedro Palacios, una autoridad en la materia. El director general de Capital Española de la Gastronomía confía en León: «Ahí de lo que se trata es de honrar el valor de la cecina. He sabido de casos en los que se registra la persona que es capaz de comer más jamón en un minuto y cuando ves cómo lo hace, se te quitan las ganas de volver a probarlo. No queremos que pase».
Vitoria terminó con su asalto al récord en los juzgados. Guinness no reconoció el récord como oficial, pero Gasteiz dio por bueno que lo validaran Récord Holders Republic y Official World Récord. «Hay veces que no se consigue el distintivo oficial y se acude a otro tipo de registros», reconoce. La oposición pidió explicaciones al equipo de gobierno de la capital y rechazaron abonar los 50.000 euros.
En Avilés, se batió el Guinness de la comida en la calle más numerosa del mundo, con 11.836 comensales. El Quijote de Mazapán más grande fue elaborado en Toledo. El pastel alcanzó los 3,60 metros de altura. En 1992, Antonio Galbis elaboró en Valencia una paella de 20 metros de diámetro para 100.000 comensales y 2001 batió su propio récord en Madrid, con 80 cocineros, 110.000 personas y 6.000 kilos de arroz...