Franquistas en el campus

A. g. Puente | León

¿Sabría decir quién de los siguientes personajes ocupó antes un lugar en la historia: Conde-Duque de Olivares, Felipe el Hermoso, Carlos III o Francisco Pizarro? ¿O cuáles de estos hechos son más antiguos: bombardeo de Guernica, Unión Patriótica, Semana Trágica de Barcelona o el asesinato de Calvo Sotelo? Son dos de las opciones de una de las preguntas del examen de Historia de España con el que ayer 1.850 alumnos de la provincia tuvieron que lidiar (en el campus de Vegazana y en el de Ponferrada) en la primera mañana de las pruebas de la Ebau, un maratón de exámenes que durante tres jornadas evaluará sus conocimientos como criba de acceso a la Universidad.

Franco protagonizó parte de dos de las elecciones que los estudiantes debían explicar: la política económica y sus etapas o la organización del estado que creó. Y cuatro autores de la literatura española se convirtieron en sus dos opciones: Pío Baroja y Miguel de Unamuno o Camilo José Cela y Miguel Delibes. El clásico comentario de texto con el que comienza cada año esta prueba tuvo como base, también para elegir entre una u otra propuesta, una editorial de El País sobre la violencia en el fútbol y una columna de opinión titulada Maltratadas , firmada por Luz Sánchez Mellado en el mismo periódico, sobre el drama del silencio que rodea a la violencia de género.

Por la tarde, aguardaba el examen de lengua extranjera, en su mayoría con el inglés como opción principal. Hoy, los alumnos ya se dividirán de acuerdo al Bachillerato elegido, al igual que mañana. Con la Ebau se juegan el 40% de la nota final con la que podrán optar a los estudios universitarios que prefieran, el resto está en manos de su media del Bachillerato.

Un 9,94 ya en la mochila. Busca al menos un 9,5 en las pruebas de acceso a la Universidad. Quiere estudiar Medicina en la Complutense, donde al menos le pedirán para conseguir entrar en esta facultad un 13,1. Lucía López, del colegio Peñacorada, reconoce que en los días previos a la Ebau ha sentido «mucha ansiedad», pero ahora se muestra tranquila y confiada en conseguir su objetivo.

Sin tanta presión por la nota se enfrenta a la Ebau Diana Merino, del colegio de los Franciscanos, su sueño es ser criminóloga y hará la carrera por la Uned, donde únicamente precisa un cinco. Su amiga, de la que no se separa tras salir del último examen de la mañana, opta por uno de los grados de Económicas. Alexandra Alonso, alumna del IES Juan del Enzina, tiene un 6,06 de media en Bachillerato y no cree que precise más allá de un cinco para acceder a Comercio Internacional o Finanzas.

Minutos antes de las 13.00 horas, el campus de Vegazana ya era un hervidero de bachilleres en sus jardines, paseos y cafeterías. Había finalizado el examen de Historia de España y con él las pruebas de la primera mañana de la Ebau 2018. Comprueban en su móviles y tablets preguntas del examen: hechos históricos, personajes... Y alborotan al lamentar respuestas equivocadas: «Puse que lo de Guernica fue en 1927, la he liado», gritaba una de las alumnas que salía de la Facultad de Derecho.

Y una queja común entre todos ellos: la dificultad de la Ebau en una autonomía como Castilla y León frente a otras con el listón más bajo: una desigualdad de condiciones a la hora de acceder a la Universidad en competencia con alumnos de Andalucía, Canarias o Cantabria. «Somos los tontos de España», exclama una de las estudiantes del Peñacorada. «Es injusto que entren en nuestras universidades (las de Castilla y León) con criterios más ventajosos y nos quiten las plazas». «Todos deberíamos tener las mismas oportunidades con un examen común para toda España», reflexionaba Alejandro, de Maristas San José.