La memoria sepultada por la indolencia

Los Principia duermen bajo la maleza en el solar del codo que hace la calle San Pelayo al convertirse en plaza. Una veintena de pasos más allá, el Praetorium se esconde tras una fachada apuntalada y llena de grafitis, junto a las Teresianas. Son los únicos testimonios existentes de un cuartel general de una legión en España, pero ambos están en el olvido, después de que paralizaran las obras de dos edificios hace más de una década.

El documento arqueológico remarca esta importancia. En San Pelayo, la arqueóloga responsable insiste en que «los restos constructivos ya identificados, con presencia de muros de sillería y pavimentos de opus signinum, permiten proponer la ubicación del Praetorium detrás de los Principia, en un segundo scamnum o banda paralela a la via principalis». En el número 7 ya se documentó «el cierre norte del cuartel general, definido por un pórtico columnado recorrido por un canal», cita el documento, que recoge que «en el eje del complejo se encontraba el templo o aedes, rodeada por una galería desde la que se accedía a otras estancias».

En Pablo Flórez, el sondeo se hará a la altura del número 18, «donde se han excavado restos correspondientes a barracones». Se busca «completar las trazas de los mismos que puedan conservarse en el área de la calle», apunta María Luz González, quien abunda en que la otra cata, «en el extremo septentrional», se hace con «vistas a identificar el límite de la vía-este oeste que delimita la retentura, así como el ala meridional del gran edificio excavado en el área de Santa Marina, interpretado como un establecimiento de almacenaje en torno a un gran patio interior». El último, en Platerías, persigue marcar «la ubicación de los sillares que marcan la spina central de la porta prateoria para comprobar su cimentación, y también la del muro de sillería que se encuentra al otro lado de la calle».