León vuelve a pasar por Ordoño
El Ayuntamiento de León abrió al tráfico la vía tras siete meses de obras y una reforma integral del piso. La rehabilitación devuelve a la avenida el papel esencial en la fluidez de la circulación en el centro de la ciudad.
l. urdiales | león
Ordoño II recupera el pulso en la actividad que comparte con el trasiego diario de la capital leonesa; la tensión y la relevancia en el tráfico, en contra de la opinión de una parte notable de los grupos de la oposición, que abogaba por una reforma de la principal arteria de la ciudad orientada por los conceptos de la movilidad y el transporte sostenible, con carril bici y asiento peatonal en la mayor parte de la calzada. Tras una intervención que se extendió desde comienzos de año, la vía que abre la puerta del centro neurálgico de León inauguró el paso sobre el piso que recupera aquel concepto que hasta finales de siglo hizo que no pasara nada por León sin pasar por Ordoño. Con una plancha de aglomerado que absorbe las vibraciones que acostumbraron a los usuarios en la convivencia con las plataformas metálicas que cubren el aparcamiento subterráneo, que motivó la reforma previa a esta nueva transformación aplicada sobre la céntrica y legendaria avenida leonesa.
Se apartaron las vallas que frenaban el acceso desde la plaza de Guzmán y fluyó la circulación, sobre doble carril sin la impertinencia esta vez del estruendo de los adoquines sueltos al paso de los vehículos. Hace más de veinte años que esta deficiencia heredada de la inclusión del párking subterráneo entre as prestaciones apegadas al vial encabezaba la lista de incidentes del espacio que jamás ha dejado de ser referencia en la centralidad de la ciudad.
La reforma de Ordoño II es la obra de referencia del mandato del actual equipo de Gobierno municipal, que batalló contra las críticas que generó el plan de obra que aprobó contra las sugerencias sobre la peatonalización, las vías alternativas para ciclistas y la extensión del concepto que domina el ordenamiento de la calle Ancha hasta el mismo límite de la plaza de Guzmán.
Con Ordoño abierto aparece casi como una anécdota la última crisis política que se fraguó en torno a la reforma de la calle; fue con la aparición de grietas que dominaron toda la extensión de la calzada a finales del pasado mes, que coincidieron con las fechas previstas para la entrega de las obras y en las que se había predeterminado la apertura del vial. Aquellas grietas están ahora enjugadas en juntas de dilatación en una respuesta prevista y esperada por los técnicos frente a los efectos de la plataforma que sustenta el aparcamiento subterráneo con la nueva plancha de asfalto que ahora soporta. Los remates sobre estos matices de fin de obra dilataron la apertura hasta ayer, en dos ocasiones, hasta que las deficiencias se solventaron por completo.
Por un montante de 429.000 euros que se destinaron finalmente a las obras, Ordoño II asume desde ayer un nuevo concepto de movilidad que había dejado atrás con aquella piel de pavés que adoptó a finales del siglo pasado. Hay un cambio sustancial en el mobiliario urbano que define las dos orillas de la calle, que recupera el papel eficiente que siempre desempeñó como paso esencial para la fluidez de la circulación en el centro de la capital. La distancia más corta para comunicar este entorno del centro de la ciudad mediante el vehículo también vuelve a ser Ordoño, que asume el reto de dejar fluir la circulación entre las avenidas con mayor densidad de tráfico en la capital hacia el ensanche y al centro. La cubierta de asfalto podrá acabar con aquellas deficiencia de firme inestable alterado por la fragilidad que ofrecieron en las dos últimas décadas los adoquines como resistencia al paso del tráfico rodado.
Ordoño II tiene previstos más avances en la transformación que va a aportar al centro de la capital leonesa. La funcionalidad del asfalto convivirá con el despliegue de más de media docena de jardines verticales, jardineras elevadas y una redefinición del espacio que tiene por objeto ampliar la convivencia entre peatones, vehículos a motor y ciclistas.
La apertura de ayer inicia una nueva etapa para esta calle que relata la evolución de la ciudad leonesa hacia la modernidad; ahora, hacia la costumbre perdida de acceder al centro de la capital leonesa a través de Ordoño que seguirá como referencia para peatones y automovilistas.