CONTESTACIÓN DEL SECTOR
El transporte se resiste a los planes del Gobierno para subir el impuesto al gasoil
Las asociaciones de profesionales del sector se declaran contrarias al gravamen y ya plantean paros contra la medida.
Las previsión del Gobierno de incrementar los impuestos al gasóleo pone en pie de guerra al sector del transporte. Los profesionales de esta parcela de actividad tan relevante para la economía de la provincia se declaran «frontal y radicalmente» contrarios a la intención de subir el gravamen del combustible que mueve las flotas de vehículos. Tan opuestos, que no descartan llegar a movilizaciones o paros masivos con el fin de frenar ese plan impositivo anunciado por el Gobierno, que podría llevar a efecto en 2019, en el mismo momento en el que logre sacar adelante el presupuesto del Estado.
En medio de esa oposición, cabe una postura de contención hasta conocer cómo se va a implementar ese nuevo impuesto o cómo repercutirá en la economía de los transportistas. «Lo que no vamos a aceptar bajo ningún concepto es que los transportistas tengamos que soportar ese impuesto; porque ha habido otras cuestiones impositivas en las que el sector podía actuar como elemento recaudador, aunque luego se dispusieron cauces para devolución de esos cargos, en el caso del céntimo sanitario, por ejemplo; pero de ninguna forma vamos a transigir con asumir el coste del más impuestos», analiza José Carlos López Jato, que representa a la asociación Upatrans y es vicepresidente a nivel nacional de la organización Fetransa.
López Jato aboga por mantener la expectativa de alerta hasta conocer cómo va a disponer el Gobierno ese impuesto que anunció para gravar, más, el gasóleo a partir del próximo ejercicio económico. Con menos concesiones ante los planteamientos del Gobierno se muestran otros segmentos de representación del transporte por carretera, dispuestos a recurrir a medidas de presión como la paralización de la actividad hasta hacer desistir al ejecutivo socialista de sus pretensiones de recaudación a través de nuevos márgenes impositivos para el combustible. En ese contorno se desenvuelve la respuesta que están dispuestos a ofrecer los empresarios del transporte a la subida de impuestos. Asetra, una de las organizaciones que defiende y aglutina en Asturias los intereses de este colectivo, acaba de dejar patente que acudirá a paros masivos si el Gobierno mantiene su intención de gravar el combustible que casi exclusivamente se emplea para mover el sector.
En León hay en circulación casi sesenta mil vehículos dedicados al transporte dentro de todos los parámetros que mide esta actividad económica; aunque el sector de transporte pesados puede concretarse con mil trescientas tarjetas.
La reciente reunión del ministro de Fomento, José Luis Ábalos, con los representantes del sector no sirvió para templar la inquietud de los transportistas.