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Vestas gana 286 millones hasta junio, pero continúa con el cierre de la planta en León
Casi 200 trabajadores leoneses corren el peligro de quedarse sin trabajo
La empresa danesa Vestas Wind Systems, dedicada a la fabricación y venta de aerogeneradores, presentó hoy un beneficio neto de 286 millones de euros en el primer semestre de 2018, un 17 % menos interanual. El beneficio neto de explotación (ebit) cayó un 21 % hasta 385 millones, mientras que el beneficio bruto de explotación (ebitda) fue de 594 millones, el 15 % menos. La facturación entre enero y junio ascendió a 3.954 millones, lo que supone una caída interanual del 3 %. La potencia producida fue de 5.819 megavatios y la instalada, de 3.163 megavatios, un 6 % más y un 7 % menos con respecto al mismo período del año anterior, respectivamente.
En el segundo trimestre, Vestas ganó 184 millones netos, un 1 % menos que un año antes.
El ebit y el ebitda cayeron un 7 % interanual hasta 259 y 369 millones, respectivamente. La facturación se situó en 2.260 millones de euros, un 2 % más respecto al segundo trimestre de 2017. La potencia producida ascendió a 3.356 megavatios, un 8 % más, y la instalada, a 1.971 megavatios, un 7 % más.
El presidente y director ejecutivo de la eólica danesa, Anders Runevad, resaltó en el balance que factores externos y tarifas existentes y potenciales habían creado mayor inseguridad en la industria, de ahí que se mostrase satisfecho con el resultado de la firma. Las acciones de Vestas subían algo más del 8 % en la Bolsa de Copenhague media hora después de la apertura de la sesión de hoy a las 9.00 horas (7.00 GMT).
Con todo eso, el presidente del comité de empresa de Vestas, Juan Francisco García, anunciba el mes pasado que la dirección de la compañía solo garantiza el empleo en la fábrica de Villadangos del Páramo «hasta diciembre de 2018». La multinacional, que exporta aerogenerados eólicos valorados en 425 millones de euros anuales, pretende deslocalizar su planta de producción en León a tierras asiáticas alegando una reducción de gastos. Eso supondría reducir una plantilla de unos 360 trabajadores a una «cifra residual» de 60 empleos, tal y como aventuró García. Los trabajadores con contratos temporales serán desligados de la cadena de montaje a finales del mes, recalcó. La estrategia de la dirección de Vestas no busca cerrar la fábrica de Villadangos del Páramo por completo, pero sí suprimir cinco de sus siete líneas de producción y dejar así una pequeña parte del espacio para posibles nuevos contratos.