San Andrés abre una senda verde para unir molinos
El camino, de tres metros de anchura, enlazará el edificio de Los Velilla y del Médico.
Los trabajos de desbroce del nuevo sendero los está realizando la brigada municipal de obras.
p. infiesta | san andrés
El molino más antiguo de San Andrés del Rabanedo, conocido como el de Los Velilla (1880) se unirá con el del ‘Médico’ gracias a una nueva senda verde. Ambos vestigios harineros de Trobajo del Camino distan apenas medio kilómetro, y el Ayuntamiento ha decidido desbrozar la maleza para enlazarlos para peatones y ciclistas. El camino dispondrá de una anchura de tres metros y se cubrirá con zahorra y una malla anti-hierba. Permitirá, además, enlazar con El Carbosillo. La concejalía de Medio Ambiente de este Ayuntamiento metropolitano rescató el año pasado del olvido varias rutas, tras limpiarlas y señalizarlas. En las guías figura que se pueden ver herrerillos, petirrojos y mirlos. Si hay suerte, rebecos y corzos. La ruta más larga, la Venta de la Cruz (25,7 kilómetros y 175 metros de desnivel), parte de la pista deportiva de Ferral, bordea el terreno de la base militar hasta encontrar los bosques de pinar repoblado, por los que se adentra para encontrar el antiguo asentamiento, del que se conserva un muro. La marcha continúa en paralelo a la autovía, para descender por el arroyo de Valdeáguila, que entre sebes y prados lleva de nuevo a Ferral. Otra ruta, la de Entrevalles (9,6 kilómetros y 90 metros de desnivel), permite caminar entre las cuatro localidades del municipio y acceder hasta la senda de la Venta de la Cruz. El recorrido atraviesa valles y montes cercanos, bajo la sombra de árboles. Se puede iniciar desde Trobajo, desde la carretera a Ferral, desde el frontón de Ferral o desde el área deportiva de Villabalter.
Mientras, la ruta más corta, La Jana (6,5 kilómetros y 40 metros de desnivel), está especialmente indicada para realizar actividades de educación ambiental con menores, pues recorre parajes naturales modificados, en mayor o menor medida, por la mano del hombre. También se ha concebido como ruta ornitológica por la variedad de aves que anidan en el entorno. Para facilitar el uso de las sendas, que poseen en algunos tramos más de cuatro metros de anchura, se advierte a los ciclistas y excursionistas qué caminos son de gran recorrido (blanco), de pequeño recorrido (marillo), o sendero local (en color verde).