Vestas esperó a que acabara el plazo de reclamar 12,5 millones para cerrar
La consejera de Hacienda desvela la treta de la empresa, que se benefició de ayudas públicas.
dl | león
Vestas esperó a que finalizara el plazo de reclamaciones de 12,5 millones de euros de ayudas que recibió del Gobierno de la Nación y la Junta de Castilla y León para presentar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) extintivo y el anuncio del cierre de la planta leonesa en Villadangos del Páramo. Las ayudas públicas, a las que habría que sumar otro millón de euros para la planta que Vestas tuvo abierta durante unos años en Ólvega (Soria) y que algunas había sido cofinanciadas por la Unión de Europea, eran, en su mayor parte, para inversión, que tenían un plazo de vigencia y con la garantía del mantenimiento del empleo. Este plazo finalizaba en junio y la empresa comunicó el cierre el pasado lunes.
Tras dar a conocer este dato, la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, subrayó que la compañía «lo tenía muy bien estudiado» porque «no tenía sentido esperar al plazo justo, en que esas ayudas no se podían reclamar, para plantear no un recorte de la producción sino el cierre». Pese a ello y después de criticar la «deslealtad» de la compañía y calificar de «inaceptable» las formas de la dirección de la empresa al comunicar el anuncio del cierre, Del Olmo y la ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto, apuntaron que ayer mismo se iba a dar salida a una carta a la sede central de Vestas en Dinamarca , firmada por la ministra y el presidente de la Junta, para solicitar una reunión «urgente» con el centro de decisión y el consejero delegado de la compañía, a ser posible esta semana, y tratar de paralizar el ERE extintivo, que entra en vigor el 3 de septiembre.
La consejera reiteró que la situación es «muy difícil» porque las multinacionales adoptan sus medidas «sin caras ni ojos», lo que obliga a «luchar hasta donde podamos». De ahí que avanzara que abrirán vías de negociación con Europa, a través de los eurodiputados de Castilla y León para que conozcan la situación de Vestas y explicarles su decisión de deslocalizar su producción en la provincia de León a «países más competitivos» como China, India, Argentina. La decisión, apuntó, no está relacionada con problemas económicos porque el grupo Vestas ha cerrado con beneficios, por encima del 11 por ciento.
Una explicación que, según la titular de Hacienda y Economía, supone que no solo sea un problema de Castilla y León sino también de España y de Europa. Por su parte, la ministra expuso que contactará con el ministro danés de Transición Ecológica y el Gobierno central llevará a cabo otras acciones diplomáticos «al máximo nivel».
Pilar del Olmo criticó que la dirección central de la compañía han estado «mareando» a la Junta y al Gobierno, además del comité de empresa, porque los únicos contactos han sido con el director de la planta de León, pero sin presentar un plan industrial «viable». «No es normal que el primer día que se pongan en contacto con la Junta, y ni siquiera con el Gobierno de España, sea para comunicar que cierran la factoría, cuando se han solicitado reuniones antes», aseveró. La ministra señaló que las ayudas que recibió Vestas para la planta de Villadangos se enmarcaban en el programa de incentivos regionales, que son líneas vigentes y que podrán, de nuevo, a disposición de la empresa. Por su parte, la consejera planteó ayer a la dirección una posible reducción de la producción y del empleo, aunque dijo que la respuesta fue negativa. «Si hubiera un plan de viabilidad, estaríamos dispuestos a dar todo tipo de ayudas», sentenció. El consejero de Empleo, Carlos Fernández Carriedo, valoró el papel del comité de empresa. «Si hubiera un plan industrial, habría una colaboración muy importante de las dos administraciones y voluntad de los trabajadores de apostar por fórmulas de flexibilización.