El cierre de Vestas genera un torrente de crisis que llega a 2.000 familias leonesas
La extinción de la factoría eólica repercute en otras cuarenta empresas que prestan servicios a la compañía danesa .
l. u. / m. j. m. / a.v. | león
La crisis de Vestas no ha hecho más que comenzar y ya se extiende de forma transversal entre diversos tramos económicos de la provincia; cuarenta empresas proveedoras no ocultan sus temores por el efecto pernicioso que va a tener para su actividad el anuncio efectuado del cierre de la factoría de aerogeneradores en el polígono de Villadangos. Detrás del cierre de Vestas se encuentra afectado todo un tejido de suministros y servicios que o han fluido en torno al negocio posibilitado en torno a la firma danesa radicada en el polígono logístico de la N-120 o cuentan entre su cuenta de resultados con un volumen de negocio relevante que deriva de la carga de trabajo que tienen contratada con la compañía de ingeniería energética; o mantenían, porque en las vísperas del cierre anunciado por la dirección de Vestas y la liquidación de toda actividad fijada en la factoría la inquietud se traslada a estas sociedades, que dan empleo a un total de 1.500 trabajadores que, de una forma u otra, van a terminar por ver la estabilidad laboral salpicada en este efecto domino que comienza en el corazón del recinto industrial del alto páramo; esta fuerza laboral se une al medio millar de empleos directos vinculados a Vestas en León; los 362, sobre los que ahora pende el expediente de extinción presentado esta semana por Vestas; y otros ciento ochenta, relacionados con contratos temporales, que fueron liquidados en el último mes, en el momento en el que la actividad de la fábrica comenzó a menguar, en el preludio de este momento de liquidación que se observa en el entorno de la factoría. Dos mil familias leonesas viven pendientes de un cierre que no por anunciado parece en condiciones de ser evitado. Ni la fuerza de la unión política que se ha ofrecido en respuesta al expediente de extinción de empleos, ni la batalla social y sindical que se ha presentado a distintos niveles se antoja con suficiente entidad para cambiar los planes estratégicos aprobados la semana pasada por el consejo de administración de Vestas , que contienen la orden de cerrar la verja en Villadangos.
En la relación se empresas que tiene actividad vinculada al desarrollo industrial que hasta ahora se desempeñaba en la factoría de Vestas figuran sociedades dedicadas a fabricar componentes industriales, repuestos mecánicos, prestación de servicios, soluciones mecánicas, limpieza o logística y transportes. Hay una parte relevante del negocio de esta multinacional que depende directamente del trabajo y la actividad contratada con cuarenta empresas radicadas en León; muchas, en el corredor de negocios que ha florecido en torno al polígono paramés o en zonas próximas desde las que resulta fácil acceder por carretera. La más que evidente vinculación de estas empresas leonesas con el negocio que desarrollaba Vestas en León pone al tejido auxiliar en el punto de mira de la crisis desatada a comienzos de esta semana por el cierre inminente de la compañía danesa en la provincia leonesa.