«Es un jarro de agua fría, todavía había esperanzas»
«No cambia mucho la historia; seguimos teniendo el problema de salvar los puestos de trabajo. Un aplazamiento no es una solución». expresó el presidente del comité de empresa, Francisco Romero. Pablo Martínez, de UGT, lo ve como «un jarro de agua fría porque todavía quedaban algunas esperanzas», ya que a pesar de que se asegura una negociación se mantiene la voluntad de Vestas de cerrar la planta. «Dicen que ir se van, pero están abiertos a una posible venta de la fábrica, con subrogación de la plantilla», apuntó como posible solución que se puso sobre la mesa en la reunión de Madrid.