El liquidador de Vestas

Le llaman ‘el liquidador’ y aseguran que Vestas le contrató para engañarles, para que trabajaran hasta sacar la producción adelante, en septiembre, sin sospechar que de lo que en realidad se trataba era de lograr que los trabajadores fueran en silencio y por su propio pie «al matadero». «La empresa le contrató, pero su fracaso en la estrategia llevó a la empresa a no renovarle el contrato», asegura Pablo Martínez, uno de los delegados del Comité de Empresa de Vestas, que precisa que Jerónimo Corral fue el responsable de la reestructuración de Jazztel que acabó con 800 personas «en la calle». «Él vino a preparar los despidos. Estuvo en la mesa de negociación con nosotros y desde el principio nos aseguró que habría, a lo sumo, diez despidos en Administración. El problema fue que descubrimos su jugada».

La encontraron y esa fue la razón que les llevó a iniciar la huelga, a pesar de los requerimientos de la empresa de que tuvieran un «acto de buena voluntad». En el centro del polígono de Villadangos hay al menos medio centenar de nacellas (turbinas) montadas y listas para el transporte, además de una treintena que han de ser ensambladas. Cada una de ellas cuesta alrededor de medio millón de euros, una cantidad nada desdeñable, una cantidad de dinero que hizo que no les importara asegurar que no habría despidos.

Pero los trabajadores no le creyeron. Ya habían visto el vídeo en el que el propio Corral explica su manera de actuar. Además, no se quedaron con la explicación que les dio. «Llamamos a las empresas proveedoras y descubrimos que todas ellas habían sufrido una caída de producción que no podían explicar», subraya. Pablo Martínez explica que esa fue la demostración de que el cierre estaba próximo. «Ha conseguido engañar a todos menos a nosotros. La semana pasada, el alcalde de Villadangos del Páramo todavía nos decía, después de dos meses en huelga, que no nos preocupáramos, que la empresa sólo quería despedir a diez personas».

Pablo Martínez no se olvida del resto de factorías que Vestas tiene en España: Viveiro, Daimiel y Villafranca del Penedés. Esta última, ya desmantelada, se dedicaba a la reparación de multiplicadoras, un trabajo que ahora la empresa ha subcontratado. Sin embargo, se habla poco de las otras dos. «A Jerónimo Corral le contrataron para hacerse cargo también del cierre de Viveiro», sostiene Pablo Martínez. Y es que, según el delegado del comité, si la planta gallega no ha cerrado todavía se debe a que aún tiene una subvención pendiente. La factoría de Viveiro se dedica a la fabricación de generadores y panales de control, mientras que Daimiel monta las palas para las turbinas. «La explicación más sencilla es que si cierra una, cerraremos todas», dice el trabajador.

Pero ¿cómo se presenta Jerónimo Corral? Profesor de la escuela de negocios Esic, en su perfil de Linkedin se define como director senior de recursos humanos y desarrollo de procesos de cambio en culturas de alto rendimiento. En la actualidad, Jerónimo Corral, con quien este periódico ha tratado de contactar sin éxito, desarrolla su trabajo para la británica Moove Cars, pero ha trabajado para numerosas sociedades, como Jazztel, Carrefour o Leroy Merlin.

En un vídeo del Esic, el propio Corral explica de qué manera hay que gestionar lo que él denomina como HRBP (Human Resources Bussiness Partner): «Es un momento de la verdad porque se encontrarán con ansiedad, resistencia, frustración y ambigüedad y, por parte de la función de recursos humanos, un proyecto de enorme complejidad, limitaciones en los recursos, presiones en los diferentes colectivos y algo que pone muchas expectativas. ¿Cómo abordarlo? A través de un proceso de gestión del cambio». Esta fue una de las explicaciones que más sorpresa despertó en los trabajadores de Vestas, que desde el principio pensaron que el eufemismo ‘gestión del cambio’ era una manera de referirse a los despidos. Sólo así puede entenderse su siguiente reflexión: «No contaremos lo mismo a los sindicatos, que a los medios de comunicación, a las autoridades o a los trabajadores afectados. Todos tienen sus propias expectativas y hay que gestionarlas de forma coherente», dice Jerónimo Corral en el víde. Pablo Martínez asegura que este fue un argumento que llevó hasta el final. «Nunca nos dijo lo mismo a nosotros que a la Junta o al alcalde». «Hace un mes, aún nos aseguraba que el cierre no se produciría. Cuando le decíamos que no le creíamos, se reía», dice Pablo Martínez, que añade que la propia empresa jamás les explicó quién era y a qué venía Jerónimo Corral...