EMILIANO ALONSO SÁNCHEZ-LOMBAS
Adiós al político arremangado
á. c. | león
León despedirá hoy a las 12.30 horas, en la parroquia de Nuestra Señora del Buen Consejo de los Padres Agustinos, situada en la Gran Vía de San Marcos, a Emiliano Alonso Sánchez-Lombas. El funeral reunirá al mundo político, económico y social alrededor de la familia de quien fue procurador en Cortes, presidente de la Diputación y presidente de la Cámara de Comercio e Industria de León, entre otros cargos que le llevaron a convertirse en una figura relevante de la provincia desde los albores de la década de los años 70 hasta finales del siglo. Casi 30 años en los que mostró su «valía profesional y personal y su compromiso con esta tierra a la que ayudó a crecer», como alabó ayer el alcalde de la capital leonesa, Antonio Silván dentro del pésame público tras el fallecimiento, ocurrido a última hora del pasado miércoles.
Después de estudiar Ciencias Económicas en Madrid, Alonso Sánchez-Lombas (Golpejar de la Tercia, Villamanín, 1931) se abrió camino como gerente de Carbones San Antonio, propiedad de su padre. Desde su estatus como segunda generación de la empresa, situada en el Bierzo Alto, su trayectoria ganó relevancia con la entrada en el ámbito público. En los años 70, el empresario formó parte de las Cortes preconstitucionales hasta su disolución, al tiempo que pasaba a ejercer como presidente de la Diputación, donde ocupó el sillón de mando desde 1971 hasta 1979. Fue «la etapa que le tocó vivir, no la escogió él», como resume Emiliano, uno de sus nueve hijos, quien recalca que «no fue una persona sectaria», sino que se trataba de un político que «anteponía la acción a las ideologías».
La sentencia se apoya en los proyectos que se impulsaron desde el Palacio de los Guzmanes durante su etapa como presidente: «la renovación de la cabaña ganadera, las estaciones invernales de San Isidro y Leitariegos, el asfaltado de las carreteras de montaña que no eran más que caminos, la construcción del hospital Princesa Sofía, después de visitar varios de toda Europa para tomar ejemplo de la gestión, y el impulso de las conexión por autopista con Asturias», como cita su hijo. Éste último empeño se enmarcó dentro de la postura «a favor de la autonomía uniprovincial o bien con Asturias», como cita Emiliano, quien recuerda que su padre era «reacio» a la unión con Castilla y que incluso «hizo una encuesta institucional en todos los pueblos de la provincia para consultar su opinión». «Salió que no», apostilla, antes de conceder que era «un político arremangado, como demuestra que fuera el primero que visitó La Cabrera». Su dedicación hizo que cuente con calle en Puebla de Lillo, a propuesta del PSOE, en la urbanización de San Isidro, en Villamanín y en Bembibre. «Hoy, León está falto de reconocimiento de gentes de la cosa pública y arremangados como él», resume Emiliano.
La trayectoria política de Alonso Sánchez-Lombas, que había recogido el testigo en la Diputación de Antonio del Valle y se lo cedió a Julio César Rodrigo de Santiago, se cerró después de «ordenar el centro derecha» en León tras la muerte de Franco y convertirse en «el primer presidente provincial de Alianza Popular», al reunir a los diferentes partidos de esta tendencia», recuerda su hijo. Este liderazgo no se trasladó en su candidatura a las elecciones, puesto que «entendía que tenía su vanidad política colmada», cita Emiliano.
Cerrada la etapa y como empresario activo del carbón, Alonso Sánchez-Lombas pasó a presidir la Cámara de Comercio e Industria desde el año 1979, como sucesor de Luis Lobato, hasta 1998, en el que le siguió Ángel Panero. Bajo su mandato, el organismo cameral tuvo un papel destacado en el impulso del aeropuerto y de la Universidad, como rememora su hijo, quien incide en su «visión global» que le llevó a apostar por el desarrollo europeo y ocupar la vicepresidencia de la Asociación de Cámaras de Comercio de Iberoamérica. Esta perspectiva le hizo participar además como delegado del Consejo de Cámaras de Comercio para la entrada de España en las Comunidades Europeas.
La labor desempeñada hizo que ayer la Cámara de Comercio ensalzara su «compromiso irrenunciable con su tierra, desde las distintas responsabilidades que ocupó a lo largo de toda su trayectoria profesional, política e institucional». El organismo cameral alabó además su «decidida apuesta por el desarrollo de León, apoyando la construcción del aeropuerto, la promoción del turismo en la provincia y el impulso de la exportación de las empresas leonesas».
A los reconocimientos se sumó la Fele, donde Alonso Sánchez-Lomas ejerció la presidencia de la Asociación Provincial de Minas de Antracita, además de formar parte del comité ejecutivo durante la presidencia de Ángel Panero. La patronal subrayó su «importante papel en la fundación y consolidación de Fele, así como su gran criterio y carácter, que le ayudó a conseguir reconocimiento durante su trayectoria política y empresarial».
Casado con Carmen Pelegrin, el empresario, que contaba con la Gran Cruz de la Orden Civil de Beneficencia y la Gran Cruz de la Orden del Mérito Militar, tuvo nueve hijos: Cacheli, Emiliano, Marta, Coca, Beatriz, Covadonga, Pablo, María y Toto.