El Gobierno espera desde hace dos años a que la Junta impulse Torneros

álvaro caballero | león

No ha habido impulso alguno a la plataforma logística intermodal de Torneros desde que se firmó el protocolo entre el Gobierno y la Junta el 18 de octubre de 2016. Casi dos años van en los que el Ejecutivo se mantiene a la espera de que la administración autonómica desarrolle «los estudios de encaje territorial y urbanístico», así como «de mercado y viabilidad técnica y económica», como se desprende de la respuesta aportada por el Ejecutivo central a la pregunta presentada en el mes de abril por el PSOE en el Senado, antes de la moción de censura. La información «evidencia el total oscurantismo y la desinformación», como criticó el senador socialista, Graciliano Palomo, quien consideró «inevitable que el Ministerio de Fomento se desvincule de ese protocolo con la Junta para desarrollarlo a través de Sepes cuanto antes».

La salida propuesta, que depende ahora de que sea atendida por el Ejecutivo socialista de Pedro Sánchez, serviría para que «el conjunto del noroeste, incluyendo Galicia y Asturias, se incorporen al Corredor Atlántico y deje de estar bloqueado por intereses mezquinos y sectarios», citó Palomo. El senador socialista incidió en que resulta «incomprensible que dependa de la Junta el ‘encaje territorial’ de la principal palanca para el desarrollo económico de León, cuando ya está decidido por los reglamentos europeos de 2013». «Salvo que el encaje territorial se refiera a trasladar el proyecto a otra provincia o posponerlo respecto a otros en el eje Salamanca-Valladolid-Burgos que no son nodos logísticos en esos reglamentos europeos», ironizó el representante del PSOE en la Cámara Alta.

Palomo insistió en que los estudios de demanda son una mera coartada para demorar el proyecto, cuando la realidad del asentamiento de grandes empresas logísticas en León, como Inditex, Mercadona, Tradisa, Airpharm o Decathlon, demuestran que la propia ubicación geográfica, como centro del noroeste ibérico, ya ha determinado una gran demanda de suelo logístico». La necesidad de acreditar la viabilidad son «pretextos de la Junta de Castilla y León y, especialmente, de los sucesivos consejeros de Fomento, que han conseguido retrasar cinco años el inicio de las obras y le han causado un daño inmenso a León».

El dardo encuentra ahora en el sillón de la Consejería de Fomento al leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones, quien anunció hace dos años que se encargarían los estudios para el desarrollo de Torneros de los que el ministerio no tiene conocimiento. Este tiempo se suma a los 6 años anteriores que se tardó en la tramitación administrativa previa desde su concepción en marzo de 2010, la aprobación de la declaración de impacto ambiental en diciembre de 2014, tras cuatro años de informes cruzados, y la aprobación del plan especial en diciembre de 2016. Mientras tanto, en la plataforma se invirtieron ya 9,3 millones de euros en la anterior etapa socialista: 8,5 millones en la compra de suelo y 840.000 euros en la elaboración del proyecto. La ejecución rondaría los 213,6 millones de euros: 157 millones para el polígono ferroviario, en el que se integrarían los talleres de Clasificación, Contenedores, material motor y remolcado; y 56,6 millones la urbanización de los 1,6 millones de metros del suelo logístico anejo, al lado del nudo de carreteras que da acceso a la A-66 y la A-231. El Gobierno estimaba en un comienzo que Torneros generaría 3.500 puestos de trabajo.