El consorcio del polígono industrial saca a la venta cinco nuevas parcelas por 3 M€

A la espera aún de que la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes) atienda a las reclamaciones para el desarrollo de una tercera fase, el polígono industrial de León empieza a estirarse en su interior. El consorcio, que agrupa a los ayuntamientos de la capital leonesa, Onzonilla y Santovenia de la Valdoncina, ha sacado a la venta por procedimiento las cinco parcelas más grandes resultantes de la reordenación de espacios. La oferta de suelo suma 51.866,66 metros cuadrados, dentro de los 101.415 totales habilitados, y le reportará a la entidad de gestión unos ingresos de más de 3.021.872,8 euros, de acuerdo al tipo de licitación mínimo fijado para la enajenación de los terrenos. La entrada de nuevas empresas, que se añadirán a las cerca de 150 actuales, favorecerá además la creación de empleo en una instalación que está casi al 100% de ocupación, lo que ha llevado a que se tengan que descartar demandas como la que planteó Decathlon para levantar la plataforma logística que al final se construirá en Villadangos.

Los cinco primeros espacios ocupan casi la mitad de los terrenos sacados del plan de ordenación del polígono. La nueva herramienta, apoyada en la cesión de la titularidad del tramo de la N-630 por parte del Ministerio de Fomento, ha permitido redefinir los espacios reservados en su momento para el desdoblamiento de la carretera y para las zonas verdes y agrupar metros cuadrados para uso empresarial. El resultado empieza a dar frutos en este lote, con dimensiones y precios diferentes que oscilan entre los 40 y los 60 euros por metro cuadrado: una parcela de 20.793,38 metros cuadrados, cuyo presupuesto base de licitación parte de 1.006.399,5 euros; otra de 11.201,67 metros por 813.241,02 euros; una más 9.440,59 metros por 571.155,69 euros; otra de 5.641,23 metros por 341.294,41 euros; y una última de 4.789,79 metros por 289.782,29 euros.

La oferta por encima de este tipo de licitación supondrá 30 de los 100 puntos totales del concurso. Pero al mismo nivel, de acuerdo a los pliegos de la convocatoria aprobados por el consorcio, se valorará la inversión total que propongan las empresas interesadas, así como el equilibrio existente entre los distintos conceptos incluidos en la misma. Por debajo, con 20 puntos, se examinará el empleo nuevo que se plantea crear y que se comprometen a mantener al menos durante los dos primeros años. La valoración se completa con el respeto medioambiental y el efecto multiplicador de la instalación, en el que tendrán más puntuación los negocios industriales, seguidos por las actividades profesionales, científicas y técnicas, la logística, los servicios, los usos comerciales y, por último, los almacenes.

La mesa de contratación sacará los datos de la oferta, en la que los licitadores deben exponer las necesidades de superficie máxima y mínima, el tipo de actividad, el producto o servicio, el proceso productivo y la tecnología actual e innovaciones tecnológicas, entre otros datos de contextualización de la empresa. A mayores de estas condiciones, como se expone en los pliegos de condiciones, se apunta que no un mismo licitador no podrá presentar más que una oferta por parcela, ni obtener más de una de ellas. Toda la documentación tendrá como fecha límite de entrega el día 14 de este mes y la apertura de las ofertas se ejecutará el 25, de acuerdo al documento rector.

Resuelta esta convocatoria, el consorcio espera resolver como muy tarde en el primer trimestre de 2019 la enajenación de los casi 50.000 metros cuadrados restantes. El suelo, perteneciente a los ayuntamientos y a la espera de asentar los trámites registrales, se repartirá en otras once parcelas de una media de 4.500 metros.