Vestas ofrece recolocaciones en una planta donde echará a 400 eventuales

Otra reunión sin grandes conclusiones. El encuentro de ayer entre directivos de Vestas y representantes de los trabajadores culminó ya entrada la noche sin acuerdo y con ofrecimientos confusos por parte de la empresa. Según fuentes del comité de empresa, la firma danesa de aerogeneradores ha presentado «un número indefinido de recolocaciones, sin entrar a explicar condiciones, como medida inicial para paliar el cierre de la planta».

Se da la circunstancia de que una de las salidas que se ofrecen a los despedidos de Vestas es la fábrica de palas de Daimiel, en Ciudad Real, donde los sindicatos anunciaban ayer mismo que serán despedidos unos 400 trabajadores eventuales, y eso pese a que los intermediarios enviados por la firma a la reunión con la ministra Teresa Ribero la pasada semana prometieron hacer de esta planta y de la de Viveiro (Galicia) referentes del sector eólico en Europa. En la reunión de ayer, los directivos de Vestas desmintieron a los sindicatos y aseguraron que no preparan su salida de España con el mantenimiento de los mil empleos que hay en Daimiel, afirmaciones que suenan a las realizadas hace meses en León, cuando la factoría de Villadangos recibía los últimos paquetes de los 13 millones que recibieron en ayudas. Según recogió ayer El periódico de la energía, los más de 400 eventuales de esta fábrica de Vestas Wind Systems se van a ir a la calle antes de mediados de noviembre. Y temen que todo sea peor en el futuro, una vez que los cambios ejecutados por la firma se han sucedido desde que en junio cerrara la planta multiplicadora de reparación en Barcelona y ahora se confirme el de León.

Por otro lado, en la reunión de ayer en León —se ha vuelto a convocar una nueva el viernes—, la empresa presentó el informe técnico que justifica el cierre, «que ha sido completamente desmontado por el comité de empresa», informaron. «Únicamente se amparan en la cercanía de la fábrica de Rinkobing a los centros de I+D, reconociendo un coste similar entre nuestra fábrica y la danesa». Las mismas fuentes añadieron que «llevan un año rechazando mejoras que redujeran nuestros costes, por lo tanto consideramos un cierre provocado por la empresa». De su lado sigue estando el hecho de que la empresa aún mantiene en las instalaciones de Villadangos unas 70 máquinas cuya producción fue paralizada con el inicio de la huelga. El bloqueo de estos componentes puede generar un gasto millonario, de entre 30 y 40 millones de euros, sin tener en cuenta el valor de tener que fabricarlos partiendo de cero en otra fábrica.