San Andrés afronta un futuro incierto tras dimitir Gancedo y cuatro concejales
Las renuncias frenan a priori la moción de censura de IU, PP y UPL, pero implican volver a elegir alcalde en un pleno.
p. infiesta | san andrés
Tras casi dos décadas de vida política en la Corporación de San Andrés del Rabanedo, la alcaldesa, la socialista María Eugenia Gancedo, optó ayer por la vía de la dimisión, tras acordar con su partido que ésa era la mejor salida para salvaguardar los intereses del municipio y del PSOE. Acorralada por una moción de censura que en los próximos días iban a presentar los grupos de IU, PP y UPL, la regidora abandonó sus cargos y su acta, no sin antes ceder por decreto todas sus competencias a la concejala Camino Cabañas, que ya se encargaba de Personal, Bienestar Social, Sanidad, Empleo y Turismo.
Gancedo no se despidió sola. Junto a ella también renunciaron a su cargo los pesos pesados de su equipo, Miguel Ángel Flórez y Santiago Blanco, que gestionaban las áreas de Urbanismo, Obras, Infraestructuras, Policía, Tráfico, Partición, Atención Ciudadana y Hacienda, y que como la regidora fueron localizados por la Udef el pasado 3 de julio al hilo del caso Enredadera. Los tres renuncian a sus cargos orgánicos. Por fidelidad, el concejal de Deportes, Abel Iglesias, se sumó ayer al grupo de los dimisionarios, «porque entré con una alcaldesa y cuando ella sale, yo también», indicó. Una ola a la que se subió, además, el socio de Gobierno del PAL, Francisco Gómez.
La cascada de decisiones deja en un limbo la organización municipal y sobrecargada a Cabañas, con un plan de asfaltado de casi un millón de euros y la preparación del nuevo presupuesto sobre la mesa, en un ayuntamiento que requiere medidas firmes para abordar los casi 60 millones de deuda que arrastra. Antes de un mes será difícil que puedan tomar posesión los sustitutos, que, siguiendo el listado del PSOE, darían entrada a Cristina de la Fuente (Ferral), Juan Carlos González (Paraíso Cantinas), Tamara Velilla (Trobajo, la más joven de la candidatura, con 25 años) y Jesús Cuenca (actual pedáneo de Villabalter); y por parte del PAL-UL, a Fernando Prieto Olite, que ya había sido concejal.
La alcaldesa explicó en una nota de prensa que sus renuncias respondían a su «deseo de no perjudicar la imagen del municipio de San Andrés», que su actividad pública siempre fue realizada de una manera «honesta y transparente, dentro de los parámetros que marca la ley y, sobre todo, pensando en el interés tanto del municipio como de las personas que residen en él».
Confía plenamente en la justicia «y, teniendo en cuenta que existen pruebas reales y contrastables de que este Ayuntamiento no tiene ningún contrato ni ningún pago con las empresas investigadas en la supuesta trama», espera que «muy pronto los vecinos y vecinas de este municipio puedan tener noticias de que San Andrés siempre ha sido gestionado dentro de la legalidad». El secretario provincial del PSOE, Javier Alfonso Cendón, cree que el partido «ha dado una lección ética», y alaba «la generosidad» de los dimisionarios.