Feve también paraliza las mercancías y tiene casi cien vagones tolva apartados
El abandono del servicio por parte de Renfe ha hecho caer drásticamente las toneladas transportadas entre Asturias y León. Los sindicatos hacen un llamamiento a la provincia para que participe en la protesta de mañana.
m. romero | león
La decadencia de los servicios de Feve y Renfe la han padecido los viajeros a lo largo de los últimos meses y años, muy especialmente en la provincia: supresión de frecuencias, retrasos, trenes que dejan tirados a los usuarios en medio de la nada porque no tienen combustible o el maquinista ha cumplido su jornada, falta de mantenimiento... Hechos sumados a hechos que han puesto en pie de guerra a muy diversos partidos y colectivos sociales. Pero la prioridad del usuario ha solapado durante los últimos meses al hermano pequeño de ambas compañías, el sector de las mercancías.
Este periódico ya había contado hace dos veranos cómo se estaba produciendo un trasvase de maquinistas hacia los trenes de viajeros para paliar el déficit que estaba afectando cada vez más a determinados itinerarios. Y también cómo empresas privadas estaban absorbiendo gran parte del mercado de las mercancías a costa del abandono del servicio en León, Asturias y Galicia. Tanto, que el movimiento de mercancías ha caído en unas 400.000 toneladas respecto al año anterior solamente en el puerto de Pajares, por donde actualmente se mueven 2,4 millones de toneladas de mercancías.
La evidencia física de este abandono de la división mercancías es la acumulación de alrededor de cien vagones que antes estaban destinados a pasar cargas por alguna de las líneas que atraviesan León: la que lleva a Asturias y viceversa, la que alcanza Galicia a través de Monforte de Lemos y la salida hacia Venta de Baños, en Palencia.
No es la mejor imagen para los gestores de la vía estrecha. En Mataporquera se encuentra una interminable fila de vagones apartados del servicio; modernos vagones tolva que deberían estar funcionando y llevando el carbón a la térmica de Guardo y que en su momento lo llegaron a hacer hasta con tres locomotoras desde La Robla. Mientras estos vagones con gran capacidad de transporte permanecen apartados y bloqueados en sus vías con unos calces, cientos de camiones inundan las carreteras con lo que ello supone de emisiones contaminantes, de aumento de la peligrosidad en las carreteras y de los daños en las mismas.
A estos datos se añaden más. Otro 50 vagones de las tolvas más modernas de la flota de Feve están paradas en Figaredo (Asturias), y se pueden ver desde la propia autovía. Es todo un depósito de vagones parados ocupando vías que no se usan tampoco. El resto de los vagones y series es de suponer que se encontrarán también apartados en otros puntos, pero sólo hay constancia de estos grandes puntos de abandono del material ferroviario.
Estos trenes de carbón han sido también suprimidos, e incluso los maquinistas que hacían servicios en Feve de mercancías los han llevado a otros destinos para paliar la ausencia de personal. «Desgraciadamente suspender los trenes de mercancías pasa más desapercibido que uno de viajeros, por eso queremos denunciar la importancia de las mercancías que se transportan por ferrocarril, que redunda en la mejora de la economía», denuncian representantes de la Asociación Ferroviaria Cultural Reino de León.
«Las carreteras CL-626, N-612 y N-625 sufren deterioro, un inexplicable tránsito y contaminación de más de 200 camiones diarios, que transportan carbón a la térmica de Guardo, mientras el transporte por tren se bloquea», agregan desde este colectivo.
Tienen razones para ello. El ferrocarril registra su peor récord en cuanto a cuota de mercancías transportadas. De todo el transporte nacional, solo el 1,4% lo mueve el ferrocarril, el porcentaje más bajo en la historia del tren. Cifras totalmente negativas en un transporte totalmente eficiente como se demuestra en otros países como Alemania, que asciende al 25%, «algo que demuestra la desastrosa política ferroviaria en materia de mercancías, donde se boicotea por unos medios u otros a las empresas privadas por dificultarles el acceso para adquirir material ferroviario o acceder a la infraestructura».
Pero este problema es que «el boicot» a lo privado «también lo sufre lo público» puesto que mientras que años atrás Feve llegó a tener hasta 75 circulaciones de mercancías regulares, hoy solo le quedan 15 y además las carencias generalizadas hace que se multipliquen los descarrilamientos como el registrado hace unos días en Asturias o el también reciente de Burgos.
?Ha llegado a haber casi 500 vagones tolvas en Feve construidas entre 1982 y 1985 de diferentes versiones. Un material muy similar a este que Feve mantiene apartado y sin uso lo llegó a encargar en su día la Junta de Castilla y León para el Ponferrada (Cubillos)-Villablino, que se llegó a fabricar en los talleres de material remolcado de Leon. Estas tolvas de ferrocarril pueden transportar hasta 50 toneladas de carbón.