Industria no logra arrancar a Vestas un acuerdo que convenza a sindicatos y Junta
El Gobierno insiste en la negociación para que Villadangos mantenga la actividad industrial, a la espera de un inversor.
maría j. muñiz | león
Precipitación, desacuerdos de última hora y una negociación que se anunció como ultimada y al final se enrocó en posiciones que no lograron el acuerdo. Nada distinto de lo que ha venido ocurriendo en las últimas semanas, si no fuera porque los ministerios de Industria y Transición Ecológica convocaron a primera hora de la tarde de ayer con urgencia a los medios, para hacer público al fin «un acuerdo con Vestas sobre la factoría de Villadangos». Un compromiso que no se limitaba a los intentos de recolocar a los trabajadores, y que incluía la posibilidad de mantener alguna actividad industrial en la planta.
El anuncio debería haberse hecho público a las seis de la tarde, pero pasadas las nueve de la noche Industria únicamente pudo adelantar que se seguiría trabajando para «firmarlo en los próximos días». Un revés en toda regla para el Gobierno central, empeñado en ser el mediador con la multinacional danesa para evitar el cierre de la factoría leonesa y salvar el empleo de la planta, y cuyas gestiones de momento no han conseguido que la empresa varíe su intención inicial de liquidar la actividad en la planta y abandonar la provincia.
La reunión en la que debían ultimarse los flecos del acuerdo que iba a hacerse público se celebró en el Ministerio de Industria, con la participación de su secretario general, Raúl Blanco, y el director general de Industria y Pyme, Galo Gutiérrez; además de directivos de la empresa y miembros de la Fundación Anclaje, en la que tienen representación los sindicatos. También participó la Junta, con el viceconsejero de Economía, Carlos Martín Tobalina.
posiciones discrepantes
Al finalizar el encuentro el secretario general de Industria señaló que se había logrado un principio de acuerdo, y que se seguirá trabajando «para estar en condiciones de firmarlo». Sin embargo el responsable de la Junta fue tajante a la hora de asegurar que «no hay acuerdo». Una postura en la que coinciden los representantes sindicales, que insisten en que la retirada del expediente de extinción de todos los empleos que quedan en la planta es una condición ineludible para llegar a cualquier acuerdo. En ambos casos el mantenimiento de la actividad industrial en la planta es otra de las condiciones a las que no se renuncia.
Según fuentes de la negociación, la multinacional danesa habría accedido a mantener en condiciones óptimas la nave de Villadangos a la espera de un inversor que retome la actividad industrial. Sin embargo, ni la Junta ni los sindicatos quieren hablar de acuerdo hasta que no se den garantías de que una empresa, sea Vestas u otra, mantendrá esta actividad, y con ella el empleo en la zona.
Desde el Gobierno se insiste también en que el futuro tiene que pasar por garantizar el mantenimiento de la capacidad industrial de la planta de Villadangos, ya sea para compañías del mismo sector o de otros; y en que el acuerdo ha de pasar por la recolocación de los trabajadores.
El Gobierno ha mantenido en las últimas semanas la postura de arañar un compromiso al fabricante de aerogeneradores para mantener la actividad en la planta de Villadangos, o al menos permitir que otro inversor se haga con las instalaciones para salvar la actividad industrial y, con ella, el empleo (actualmente son 362 trabajadores directos, y alrededor de 1.500 puestos inducidos). Los sindicatos, por su parte, rechazan cualquier acuerdo que no pase por mantener la actividad de la planta actual. De momento la única respuesta que había ofrecido Vestas era la presentación del expediente de extinción de empleo para toda la plantilla, que comenzará a ejecutarse el próximo día 8 y concluirá a finales de año. Y las habituales propuestas de recolocación para los afectados directos, sobre cuya efectividad desconfía la parte social.