El comité de Vestas se centra en el ERE y exige que no les vendan «más humo»

maría j. muñiz | león

El fiasco del acuerdo anunciado por el Gobierno el miércoles ha llevado al comité de empresa de Vestas a centrarse en la negociación del expediente de extinción de empleo para los 362 trabajadores que quedan en la factoría, mientras exige que «no se venda más humo a los trabajadores». Mientras, la multinacional danesa presentó a través de un comunicado un «plan de medidas para el cese ordenado de la producción» en la planta de Villadangos, que no añade mayores garantías a la búsqueda de alternativas que mantengan la actividad y el empleo y sigue condicionado a la negociación del ERE de extinción. Junta y Gobierno insistieron en sus planteamientos del día anterior sobre las condiciones para un posible acuerdo de reindustrialización de la zona.

El comité de empresa recibió en la reunión de ayer la documentación solicitada sobre producción prevista, previsión del número de trabajadores que se mantendrán en activo hasta el 31 de diciembre, la masa salarial para calcular las indemnizaciones y el balance de las cuentas de la factoría en el ejercicio de 2017 y de este año.

Condiciones

También se abordaron medidas para los trabajadores de mayor edad: 18 de ellos tienen más de 55 años, y tendrán convenio especial con la Seguridad Social; y otros 20 tienen entre 50 y 55 años, y se negociarán medidas para que su situación no sea tan traumática. Para otros casi 270 la opción de recolocación en la multinacional se limita a las fábricas de Vestas en otros países.

Respecto a la convocatoria de Industria para anunciar un acuerdo sobre el futuro de la planta, que acabó sólo en el compromiso de seguir negociando, los sindicatos calificaron lo ocurrido de «tomadura de pelo»; e insistieron en que «es necesario que la propuesta que se haga tenga garantías. Ya sabemos qué ha ocurrido con otras comarcas leonesas en las que se ha vendido reindustrialización y recolocaciones. Y ahora no hay nada. Es todo humo».

cese ordenado

La dirección de Vestas hizo público ayer un comunicado en el que realiza una serie de propuestas «para paliar el impacto que tendrá el cese de la producción» en Villadangos, y «cuya implementación está sujeta a la firma por parte de los trabajadores del acuerdo del ERE». Medidas que «giran en torno a tres ejes principales: el mantenimiento del mayor número de empleo posible mediante recolocaciones, colaboración en la búsqueda activa de posibles inversores para la fábrica y propuestas para apoyar a los proveedores y subcontratistas que conforman la red industrial y cuya actividad pueda verse afectada por el cese de la producción en la planta».

El director global de Operaciones de Vestas, Jean-Marc Lechêne, señala en la nota que estas medidas se han trasladado al Gobierno y la Junta, y «se están discutiendo en este momento».

Por otro lado, la multinacional insiste en que el cese de actividad en Villadangos «no tiene que ver con deslocalizaciones a países como China, ni con las huelgas ni con las políticas actuales del Gobierno de España», sino con la caída de la demanda de las plataformas que se realizaban en León. En cambio, están realizando una inversión de 30 millones de euros en Daimiel para producir la pala del modelo V150; también ha despedido a trabajadores temporales «debido a la transición hacia la última tecnología que requiere cambios en la fábrica y los moldes, volverán a ser contratados según las necesidades de producción».

Vestas se refiere también a las ayudas recibidas para la fábrica leonesa. «11,5 millones de euros que contribuyeron de forma muy positiva a que la empresa pudiera llevar a cabo la inversión». Insisten en que cumplieron «todos los plazos y requisitos de inversión y mantenimiento del empleo para poder ser beneficiarios de estos subsidios».