EL PRECIO DE LA ENERGÍA
Casi 25.000 leoneses se quedan sin bono social de la luz al cambiar los requisitos
Sólo el 19% de beneficiarios de la ayuda han demostrado ya que son clientes «vulnerables»
Aunque se aprobó hace un año, no todos lo saben. Pero a los leoneses de los 39.000 hogares que hasta ahora venían percibiendo un descuento en su factura de la luz, gracias al llamado bono social, más les vale estar atentos, porque las condiciones de esta ayuda contra la pobreza energética han cambiado y el que no presente nuevamente una maraña de documentación perderá los derechos que disfrutaba hasta ahora.
De momento, gran parte de ellos, casi 25.000 leoneses (el 64%) se quedará en quince días fuera de esa subvención, según fuentes del sector. Es la cifra de clientes que poseen el bono ‘viejo’ y aún disfrutan del descuento, pero que lo perderán el próximo día 8 de octubre por no haber solicitado acogerse al nuevo modelo diseñado por el anterior Gobierno, no cumplir las nuevas exigencias para recibir la bonificación, no haberse preocupado en pedirlo a tiempo o desconocer que necesitaban realizar la gestión.
El bono pasa a medirse en función de la renta y limitará también la cantidad de energía subvencionada a la que se pueda acceder a precios ventajosos. Estos cambios nacieron de un acuerdo entre PP y Ciudadanos tras algunos escándalos nacionales por casos severos de pobreza energética, incluso fallecimientos en hogares donde el dinero apenas daba para velas.
El bono social permite ahorrar hasta 180 euros al año en un hogar medio con un consumo de 3.500 kilowatios/hora anualmente y una potencia contratada de 4,6 kilowatios. Únicamente puede solicitarse para la residencia habitual, por lo que un mismo titular no puede tener activada esta tarifa en dos viviendas. El cambio de normativa iba a entrar en vigor la pasada primavera, pero se decidió ampliar el plazo hasta otoño para dar más oportunidades a renovarlo. Sólo el 19% de perceptores leoneses ya ha cumplido los deberes para demostrar su carácter vulnerable al Ministerio de Energía y han logrado su nuevo bono de luz. Son 4.755 usuarios de Iberdrola y 3.010 de UFD. Además, otros 6.177 han solicitado el nuevo bono, pero aún no se ha resuelto. Si fuera favorable elevaría al 36% el porcentaje de antiguos usuarios que mantienen la ayuda.
Las compañías del sector recuerdan que, aunque el próximo día 8 de octubre finaliza el periodo de transición establecido por el anterior Gobierno «para que los ciudadanos se pasen del bono social antiguo al actual, sin embargo, ésto no quiere decir que finalice el tiempo para que los hogares se puedan acoger a esta ayuda. Es decir, a partir de ese día D todas las familias que no hayan solicitado el traspaso perderán el antiguo bono y verán incrementada la factura de la luz de octubre, pero podrán solicitar el nuevo, si se acogen a las circunstancias descritas, en cualquier momento y comenzar a disfrutarlo después de hacer las gestiones pertinentes».
Una de las grandes cribas que produce la nueva normativa se produce porque antes bastaba con tener contratada una potencia inferior a 3 kilovatios en la vivienda habitual para beneficiarse del bono social, independientemente de la situación económica de la persona. Otros requisitos (no excluyentes) eran cobrar la pensión mínima, pertenecer a una familia numerosa o que todos los miembros de la unidad familiar se encontraran en desempleo.
Ahora, con la nueva normativa, se han identificado varios grupos distintos que podrán beneficiarse del nuevo bono. Los «consumidores vulnerables», con derecho a un descuento del 25% en la factura (en función de la renta anual y los miembros de la familia), los «vulnerables severos», con una rebaja en el recibo del 40%, las familias numerosas (la ayuda varía en función de los ingresos) y las víctimas de violencia de género o del terrorismo.
El problema es que las novedades son poco conocidas, sobre todo, para personas con renta baja. Y ojo, no se deben aceptar propuestas de descuento o rebaja adicional que haga un comercial, ya que en realidad estará proponiendo un cambio de compañía, con la consiguiente pérdida de la ayuda.