Protestas en Trobajo por el carril-bici, que diezma las plazas de aparcamiento
La ciclovía de Párroco Pablo Díez ya es visible y sólo falta colocar las bandas de separación .
Algunos tramos del carril-bici de Párroco son tan amplios que eliminan plazas de aparcamiento. RAMIRO
p. infiesta | redacción
Una de las obras más esperadas y reivindicadas en San Andrés del Rabanedo, la modernización de la avenida de Párroco Pablo Díez, ha hecho llevarse las manos a la cabeza a decenas de vecinos sorprendidos por el diseño final del carril-bici, que elimina drásticamente plazas para estacionar los vehículos y desplaza los contenedores de basura taponando espacios.
Algunos hosteleros calculan que la ciclovía suprime hasta «el 90% de las antiguas plazas para aparcar», y no entienden que la senda para ciclistas llegue a medir hasta 2,20 metros, «cuando con 1,50 sería suficiente y ganando esos 70 centímetros ya se podrían establecer plazas en batería para estacionar», explican. Es más, parte de la población se está organizando para una recogida de firmas que modifique lo ejecutado en el vial o, al menos, que la obra se ajuste al proyecto. «Yo tengo el plano de lo que iba a hacerse y no coincide», matiza un comerciante.
También les resulta «raro» que los pocos vehículos que puedan estacionarse lo efectúen «en medio» de la calzada de circulación y la ciclovía, «porque dependiendo de a qué lado abran la puerta o derriban a un ciclista o les atropella un camión». Lo cierto es que el carril-bici de tres kilómetros de Párroco Pablo Díez ya es muy visible, tras haberse pintado las líneas blancas que lo delimitan. Aún falta la colocación de las bandas rugosas que lo separarán de las zonas de estacionamiento y circulación. Un trabajo que culminará en los próximos días.
Esta senda se ha podido habilitar aprovechando la esperada reforma de la avenida, que comenzó el pasado 30 de julio. Se trata de la principal arteria de Trobajo del Camino, que se ha ‘sacudido’ su viejo y criticado asfalto, tras años de protestas, para estrenar un nuevo aglomerado. La consejería de Fomento adjudicó los trabajos en 423.000 euros.
La actuación incluyó el carril-bici a partir de la glorieta del Lidl y hacia el puente que cruza el ferrocarril, con un ancho de 2 metros en la margen derecha y separado de la zona de circulación de vehículos mediante una franja de un metro. Al superar ese paso, la ciclovía se reduce a 1,80 metros y el ancho de separación a los vehículos, a 80 centímetros. A la altura de la ermita de Santiago se desvía hacia el centro urbano, a la derecha, por calles semi peatonales aledañas para continuar por La Parra y La Princesa, bordear el parque de La Era y girar a la calle Doctor Vega Fernández hasta entroncar de nuevo con Párroco Pablo Díez frente al edificio Araú.
Con ello, el Ayuntamiento pretende dar mayor seguridad a los ciclistas al evitar un tramo de la avenida sin suficiente anchura para mantener los dos carriles de circulación para vehículos, la acera y la ciclovía. Entre 400 y 800 vehículos pesados atraviesan Párroco a diario.