Un frente político y sindical pide auxilio en Bruselas para salvar el cierre de Vestas

dl | bruselas

La delegación de políticos y representantes sindicales pidió ayer en Bruselas que la Unión Europea tome medidas frente a actuaciones como la de la multinacional Vestas con el cierre de su planta en Villadangos del Páramo. Un caso que ha causado una «impresión muy grande» a los sindicatos europeos y que será objeto de análisis como algo que no hay que hacer. Así lo han expresado los integrantes de la delegación autonómica de la que forman parte responsables de UGT y CCOO en Castilla y León, la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, la delegada del Gobierno en la comunidad, Virginia Barcones, y procuradores en las Cortes como José Sarrión. El secretario general de Comisiones en Castila y León, Vicente Andrés, ha asegurado que el conflicto de Vestas llegó al «corazón» de Europa y causa «impresión muy grande» entre los sindicatos europeos como «escenificación de lo que no hay que hacer». La consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, considera que es necesario que la UE se proteja «de la mala praxis» de algunas empresas con un cambio de normativa que evite situaciones como la generada por Vestas y ha incidido en que la visita tiene el «objetivo claro» de que Europa conozca «la decisión de una empresa, Vestas, que no es de fiar».

Declaraciones de la delegada del Gobierno en Bruselas:

Tras criticar que empresas como ésta alardeen de energías verdes y de ser socialmente responsables, la consejera ha señalado que «la realidad es bien distinta» porque Vestas no lo ha sido en Castilla y León y deslocaliza la producción «para después volver a traer esos productos a Europa». La consejera cree que Europa se tiene que proteger de esas prácticas, como así lo han trasladado a la Conferencia Europea de Sindicatos y del CES, quienes se han comprometido a hacer llegar a las instituciones europeas la necesidad de un cambio de normativa «que deje fuera este tipo de malas prácticas que llevan a cabo determinadas empresas, no todas» ha precisado. También subraya que la Junta lo que pretende es que Vestas revierta la situación y ha recordado que esta multinacional recibió una intensidad de ayudas importantes por asentarse «en una zona con problemas» y ahora cuando León no le interesa «no por motivos económicos, sino por motivos espurios que no han contado deciden irse». Por ello, Del Olmo pide que Vestas deje las instalaciones de León, financiadas con dinero procedente de Europa, para que haya una alternativa industrial que se quiera instalar en León y aprovechar dichas instalaciones.

Si la Unión Europea, que es la que legisla, «no ayuda a que se produzca esa alternativa y Vestas sea consciente de que esto no le puede salir gratis» el gobierno de la autonomía «poco puede hacer». Para evitar estas situaciones, la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, ha defendido la necesidad de reflexionar sobre la posibilidad de dotar a los gobiernos regionales y nacionales de mecanismos y herramientas «de defensa» que les permitan hacer frente «con carácter normativo» a situaciones como la creada por esta empresa. Barcones cree que hay que sacar «conclusiones generales» y reflexionar sobre la «necesidad de buscar mecanismos» ajenos a los ejecutivos de cada país.