La actividad de Vestas en León queda a expensas de la presión de Europa

La Junta de Castilla y León y los sindicatos mayoritarios de la autonomía pidieron ayer al comisario de Energía y Acción Climática, Miguel Arias Cañete, que medie ante la multinacional danesa Vestas para evitar el cierre de su planta de León y abrir un periodo de negociación con los trabajadores.

«Le hemos pedido su mediación, que será en función de sus posibilidades y de cómo funciona en Europa, para que intervenga ante la empresa, le pida que retiren el ERE y nos demos un plazo de negociación que logre el objetivo que pretendemos, que es que se mantenga la actividad productiva», explicó el vicesecretario general de UGT en la autonomía, Evelio Angulo.

En declaraciones a la prensa tras la reunión en la sede de la Comisión Europea, Angulo señaló que el comisario español va a actuar «dentro de lo posible», ya que la cartera de Industria no está dentro de sus competencias, aunque recalcó que creen que la voluntad de Arias Cañete es «echarles una mano».

También la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, subrayó la disposición «magnífica» de Arias Cañete, con quien no estaba prevista la reunión en un principio, y dijo que les ha «abierto los ojos» sobre las perspectivas europeas respecto a energías renovables.

«Creo que es muy interesante para que empresas como Vestas reconsideren su decisión de producir aquí en Europa», explicó, y añadió que el comisario español les ayudará «a que veamos a otras personas que tengan dentro de sus competencias el tema de la industrialización» en la Unión Europea.

La cartera de Industria corresponde a la comisaria polaca, Elzbieta Bienkowska, con quien la delegación que acompaña a los empleados de Vestas intentará reunirse en las próximas semanas. El secretario general de CCOO en Castilla y León, Vicente Andrés, calificó el encuentro con Arias Cañete como una «reunión importante» en su escalada a las instituciones europeas «para hacer llegar nuestra voz sobre un conflicto importante». «Cuanto más explicamos las cosas más nos reafirmamos en lo injusto del cierre y más se reconoce por parte de los receptores de esa información que es un cierre injustificado», aseguró, y expresó su deseo de que la compañía «dé marcha atrás al ERE y no entre en una espiral de confrontación».

En paralelo a la reunión con Arias Cañete, parte de la delegación que trata de iompedir el cierre de Vestas se ha reunido con eurodiputados españoles de varios grupos políticos, a quienes han buscado «sensibilizar» sobre este problema y sobre la problemática de que los fondos comunitarios se destinen a empresas que posteriormente deslocalizan su producción fuera de territorio europeo.

La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, también presente en esta reunión, insistió en que el conflicto con Vestas no es un problema local, sino que afecta a Europa, que tiene que «tomar buena cuenta» para prevenir que vuelva a suceder. Consideró «muy positivo» el viaje en el que «la unidad de acción sale reforzada» en un frente sindical e institucional al que «se suman los eurodiputados». Dos intensos días en Bruselas. Se pudo «dar a conocer un problema que podría parecer local pero que afecta a toda Europa».