Vestas condiciona el acuerdo laboral del ERE a terminar la producción prevista hasta enero
La empresa incluye una «cláusula de paz social» y la plantilla negocia con la fuerza de las cien máquinas en stock o producción.
María j. muñiz | león
Vestas condiciona cualquier acuerdo sobre el expediente de extinción de los empleos de la planta de Villadangos a una «cláusula de paz social», que comprometa a los trabajadores a concluir la producción prevista hasta el 31 de diciembre próximo. Precisamente en las máquinas que Vestas tiene encargadas (70 que ya están terminadas y otras 30 que deberían montarse antes de fin de año) está la principal baza de los sindicatos a la hora de negociar las condiciones sociales de los trabajadores afectados por el despido. A partir del lunes se inicia una semana de reuniones diarias, sin horario, para cerrar un acuerdo sobre indemnizaciones, prejubilaciones y recolocaciones que tiene que estar cerrado el día 7 de octubre, para evitar que el conflicto se traslade al juzgado.
El comité de empresa informó ayer a los trabajadores de Vestas tanto de la propuesta de la empresa como de la contrapropuesta de la parte social, que servirán de base para iniciar la negociación el lunes. Según explica Ángel Santos, secretario de Industria de CC OO, la empresa ha planteado diferentes tipos de recolocaciones de los trabajadores afectados por el expediente. Para quienes se empleen en otros centros de la multinacional fuera de España se plantea una indemnización de 20 días por año trabajado, hasta un máximo de doce meses; mientras que a quienes se trasladen a las plantas de Viveiro o Daimiel se les subrogan las condiciones laborales y se abonan los gastos familiares de traslado. Quienes se coloquen dentro del grupo y sean despedidos antes de un año se fija una indemnización de 20 días.
Del expediente quedan excluidos los trabajadores de más de 61 años, que se acogerán a las prejubilaciones; así como quince directivos que están contratados en León, pero realizan su actividad a nivel internacional.
La empresa propone también mantener la actividad en la planta hasta el 31 de diciembre, y ofrece 33 días de indemnización por año para quienes se acojan a la propuesta de forma voluntaria; con un incentivo equitativo al 25% del salario diario. Además se mejora el obligatorio plan de recolocación hasta 24 meses, y prevé encontrar empleo para el 80% de la plantilla actual.
Por su parte el comité marca como prioritario que la multinacional ceda los terrenos y las instalaciones para acoger un futuro proyecto industrial, «un punto clave para garantizar la unidad productiva y el empleo, ya que tiene que ser Vestas la que pague las consecuencias del traumático cierre», destaca Santos. Se exige también mantener la planta en producción hasta el 30 de junio de 2019, con carga de trabajo; incluir en las jubilaciones anticipadas a los trabajadores a partir de 54 años, mantener el seguro médico todo 2019 e incrementar las indemnizaciones de las bajas voluntarias hasta 87 días por año de servicio, que se incrementarán en otros 10 días para quienes permanezcan hasta el último día de producción. Se creará también una comisión de control de los acuerdos.
Por su parte Francisco Romero, de FIA-UGT, destacó tras la asamblea que el objetivo de la negociación será «minimizar las consecuencias del expediente, que si acaba en el juzgado puede implicar la indemnización legal de 20 días por año trabajado». La parte social reclama garantías para los trabajadores de cumplimiento de los acuerdos si la asamblea acepta culminar la producción pendiente en la planta de Villadangos; que no se reanudará, ni se permitirá sacar de la campa las nascelles ya terminadas, hasta que no existan compromisos firmes sobre prejubilaciones, indemnizaciones y recolocación. «La empresa está en disposición de negociar, con el objetivo de cumplir sus compromisos de producción», insistió Romero.