Barcones pide unidad para conseguir que fructifique la llegada de un inversor a la planta de Vestas
El Gobierno ofrece “colaboración absoluta” para que “cuaje” alguna de las ofertas presentadas
La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, manifestó hoy que el Gobierno “seguirá trabajando con discreción y volviendo a llamar a la unidad de acción de las instituciones, del comité de empresa y de los sindicatos” para lograr que fructifique alguna de las ofertas presentadas para mantener la planta de Vestas de Villadangos del Páramo (León) cuando cese la actividad de la multinacional danesa.
“Esto es una cuestion muy compleja y unidos somos muchos más fuertes y quiero tener la esperanza de que conseguiremos un resultado satisfactorio. Ojalá, y pada eso trabajamos, alguna de estas opciones cuaje”, remarcó Barcones, quien hoy visitó León para participar en los actos de celebración de la festividad de la Virgen del Pilar.
El Gobierno central, dijo, ofrece “colaboración absoluta” y tiene todas las puertas abiertas para que el inversor o industrial que pueda hacerse con la factoría acceda a líneas de ayuda y acompañamiento. Lo importante, resaltó preguntada sobre la falta de unidad de acción de los ejecutivos nacional y autonómico, es “que se solucione el problema y se mantenga la unidad productiva y el empleo, que es por lo que trabajamos desde el primer momento y no vamos a entrar en más”.
Añadió que la presión política, institucional y social logró, no el objetivo deseado, que era que Vestas mantuviese la fábrica leonesa, pero sí que haya un acuerdo sobre los trabajadores y posibles inversores para evitar el cierre de las instalaciones. “Para el Gobierno, UGT y CCOO era importante cerrar una acuerdo que manifestase la voluntad de la empresa de querer transmitir para no perder la unidad productiva ni el empleo”, apuntó sobre el documento suscrito en Madrid sin la participación de la Junta y sobre el que la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, destacó que aseguraba únicamente la permanencia de las plantas de Vestas en Galicia y Castilla-La Mancha y no planteaba ninguna garantía para Castilla y León.