Exigen el traslado de un preso de alto riesgo de Villahierro al módulo especial

miguel ángel zamora | león

H.B.B. un recluso extranjero de 24 años de edad, trasladado al Centro Penitenciario de Villahierro tras agredir en Teixeiro (La Coruña) a dos funcionarios a los que dejó inconsciente en un caso y fracturó la mandíbula en otro, no será trasladado a un módulo especial, pese a que la legislación lo establece así, según informaron ayer a este periódico fuentes de la Agrupación de los Cuerpos de Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip), sindicato mayoritario en Villahierro.

«La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha incumplido la ley», explica en un comunicado. La Junta de Tratamiento del Centro Penitenciario de Teixeiro propuso por unanimidad que al interno agresor se le aplicase un artículo del reglamento para endurecer su régimen, «pero Instituciones Penitenciarias resolvió que continuase en primer grado de tratamiento y darle como destino el Centro Penitenciario de Villahierro en León».

Ante ello el sindicato se pregunta qué tiene que ocurrir para que se le aplique el artículo de la legislación penitenciaria que determina que cumpla su reclusión en un módulo especial. «¿Tiene que matar a algún trabajador para ello? ¿No es suficiente haber enviado a dos de ellos al hospital? La legislación, que en este caso no se ha aplicado, es clarísima. ¿Cómo es posible que se haya cometido tan tremendo atropello? ¿Por qué qué ha incumplido Instituciones Penitenciarias la legislación? ¿Con qué ganas y garantías de seguridad podemos ir a trabajar? Es increíble que quien dirige la institución sea juez!».

Por todo ello Acaip elevó una queja el pasado día 24 de octubre al ministro del Interior, al secretario general de Instituciones Penitenciarias e informó de las citadas quejas al subdelegado del Gobierno en León, a la vez que pedía soluciones efectivas contra las agresiones y solicitaba que se corrigiera esta clasificación anómala a todas luces.

SIN RESPUESTA

«A pesar de haber transcurrido un mes desde que se produjo la agresión y unos 20 días de la presentación de las quejas, ni ministerio ni secretaría han contestado o dado una explicación razonable a este hecho, ni mucho menos corregido el disparate, lo cual entendemos como normal porque, ni uno ni otro pueden dar ninguna explicación razonable a tamaña barbaridad. la resolución de la secretaría general es inexplicable, incalificable, injustificable e intolerable».

La agresión que dio lugar al traslado del recluso se produjo a principios de octubre en la prisión de La Coruña. Uno de los agentes, que se encontraba en una de las galerías de la prisión, «recibió un puñetazo en la cara» por parte de uno de los reclusos, que le provocó una «fractura de pómulo o mandíbula» debido a la agresión.

El otros funcionario, que se encontraba también en la zona del módulo 13 de primeros grados, recibió «golpes que ocasionaron que cayera al suelo y se quedó sin conocimiento», según denunciaron los sindicatos.