Un estudio de la ULE destaca los beneficios de perder peso mediante la dieta mediterránea y ejercicio físico
En el ensayo han participado 626 adultos de 55 a 75 años, con sobrepeso y obesos con síndrome metabólico
La prestigiosa revista internacional 'Diabetes Care' ha publicado recientemente los resultados de un estudio, en el que ha participado la Universidad de León (ULE), que demuestra los beneficios sobre la salud que experimentan quienes pierden peso mediante la dieta mediterránea y el ejercicio.
El artículo ofrece los resultados de un ensayo desarrollado durante doce meses, en el que han participado un grupo de investigadores del Grupo GIIGAS, liderado por el profesor Vicente Martín Sánchez, del Área de Medicina Preventiva y Salud Pública, y del Instituto de Biomedicina (Ibiomed), ambos de la ULE.
Un ensayo que se ha podido desarrollar gracias a una beca de la Fundación Semergen (más de 350.000 euros en cinco años) y un proyecto FIS (150.000 euros en tres años)
El estudio revela que la intervención intensiva en el estilo de vida durante 12 meses con Predimed-Plus (Prevención Dieta Mediterránea) fue eficaz para disminuir la adiposidad y mejorar los factores de riesgo cardiovascular en adultos mayores con sobrepeso y síndrome metabólico, así como en individuos con diabetes.
"Estos resultados son de gran importancia porque, aunque pueda parecer extraño, el efecto a largo plazo de la pérdida de peso intencional en eventos cardiovasculares sigue siendo desconocido", ha destacado el grupo investigador. De ahí el impacto de esta investigación, que ha evaluado la efectividad en la prevención cardiovascular primaria de una intervención intensiva de estilo de vida para perder peso, llevada a cabo con Predimed-Plus.
El ensayo se realizó con un grupo de 626 adultos de 55 a 75 años, con sobrepeso y obesos con síndrome metabólico, que fueron repartidos al azar en dos grupos. Uno fue el de control (GC), y el otro de intervención (GI) que participó en una intensiva modificación en el estilo de vida para perder peso, basada en una dieta mediterránea con restricción energética, promoción de la actividad física y apoyo conductual.
Después de 12 meses, los participantes perdieron un promedio de 3,2 kilos, frente a los 0,7 kilos del grupo de control y la pérdida de peso mayor o igual al 5% se produjo en el 33,7% de los participantes del GI, frente a solo el 11'9 de los del CG.
Además, los factores de riesgo cardiovascular, incluida la circunferencia de la cintura, la glucosa en ayunas, los triglicéridos y el colesterol, mejoraron significativamente.