La cuarta revolución industrial ha comenzado
Treinta metros de punta a punta. Eso mide la singel-pot que usa la farmacéutica León Farma para preparar doscientos estuches de tabletas ginecológicas al minuto, controlada cada turno de trabajo por cinco operarios y un mecánico. Ha elevado la producción y las ventas en una planta de 200 personas. Así que las máquinas pueden crear riqueza y puestos. También asumen tareas mecánicas y repetitivas, como en el centro logístico de Mercadona, en Villadangos, donde se preparan 33.000 palets diarios de manera automática o semiautomática, o en Inditex, que usa inteligencia artificial en la línea de clasificación. Incluso Laboratorios Ovejero ha lanzado Piroa Lactis Tool, una herramienta de big data que los ganaderos, los veterinarios y la industria puedan combatir la resistencia del ganado a los antibióticos.
Hoy las máquinas no emulan solo al hombre como trabajador físico, sino que lo clonan como empleado intelectual, como pensador e incluso como creador. En la primera Revolución Industrial, las manos del artesano textil fueron reemplazadas por el telar mecánico, manejado por un empleado de baja calificación, que fue reemplazado por la línea de producción en la segunda revolución industrial y dejó un operador accionando cada pequeña tarea (botón, palanca, manivela) hasta la alienación. En la tercera, las manos del trabajador pasaron de actuar sobre la pieza a hacerlo sobre el tablero de control numérico, mientras en la cuarta, la actual, el tablero actúa solo. En menor escala, la robotización-digitalización se muestra en las llamadas cajas rápidas de los supermercados, donde uno mismo pasa y cobra los productos; en las entradas de cine o billetes de tren que se compran a través de una máquina, e incluso al pagar en las autopistas con telepeaje o realizar los movimientos bancarios a través del móvil.
La OCDE prevé que la mayor productividad provocada por la automatización acortará las jornadas laborales. El mayor tiempo libre impulsará nuevas industrias de ocio, generadoras a su vez de nuevos puestos de trabajo.