Diario de León

LA ECONOMÍA, A DEBATE EN LEÓN

«El comercio es el destinatario final de todas las desgracias industriales»

JAVIER MENÉNDEZ | PRESIDENTE DE ALECO

Javier Menéndez, presidente de la Asociación Leonesa de Comercio. RAMIRO

Javier Menéndez, presidente de la Asociación Leonesa de Comercio. RAMIRO

León

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Lugar: Club de Prensa del Diario de León.. Gran Vía de San Marcos, esquina con calle Fajeros.. Fecha: Hoy a las 19.30 horas

«El comercio es el invitado invisible en el tablero de la economía de León». Y puede seguir siéndolo, ya que el plan estratégico de la ciudad para los próximos diez años no contempla las reivindicaciones planteadas por el sector ni le dedica la atención suficiente, teniendo en cuenta el volumen de empleo y riqueza que genera. Así lo considera al menos el presidente de la Asociación Leonesa de Comercio (Aleco), Javier Menéndez, que esta tarde participa en el ciclo de conferencias sobre la economía leonesa que Diario de León organiza en su Club de Prensa. «Somos un tercio de la economía local, y un plan de desarrollo a diez años tiene que plantearse qué modelo de ciudad queremos. La industria ni está ni se la espera, somos una ciudad de servicios, y el comercio es fundamental, necesita apoyo. También de la administración, no porque nos dé dinero vamos a vender más, pero con una ciudad más limpia, iluminada y segura el entorno sería distinto».

—¿Considera que no se protegen suficientemente los intereses de un sector básico de la economía local, como es el comercio?

—Me pone nervioso que digan que no se le pueden poner puertas al campo. La Administración cuando quiere las pone, pero cuando se habla de comercio, puertas abiertas de par en par. Ahora habrá elecciones, de nuevo nos dirán que los autónomos somos generadores de empleo, pero al final siempre nos sentimos olvidados, no hacen nada por nosotros.

—Llevan años reclamando medidas como limitar horarios y aperturas en festivos, pero la tendencia es todo lo contrario.

—No entiendo decisiones como la apertura las 24 horas del día, que ya hay negocios que lo hacen en Madrid. Es un despropósito. ¿Es necesario comprar los ingredientes de la paella a las 4 de la mañana? Nos han engañado con los argumentos del consumidor del siglo XXI. En León la mayor parte del empleo, a parte de los muchos prejubilados y jubilados, tiene jornada de 8 a 3. Y todos podemos ir a comer a casa. Están contándonos una película que no se ajusta a la realidad, el consumidor leonés es el mismo que el del siglo XX. Es verdad que nuestros jóvenes, los que no se han ido, trabajan muchas horas en precario por sueldos pequeños. El problema del comercio leonés es más éste, la precariedad salarial, porque con 800 euros es difícil consumir.

—¿No se nota también la influencia del empleo de calidad en las industrias tecnológicas y biotecnológicas, a parte del funcionariado?

—Ese empleo de calidad está ahí, pero apoyar al comercio va más allá. Ante cualquier desgracia de una gran empresa la Administración está ahí, apoyando y sujetando, y nos parece bien. Pero al final todos esos problemas, además de en las familias afectadas, repercute en el consumo. Y eso nadie lo ve. Los destinatarios finales de todas estas desgracias empresariales e industriales son los comerciantes. Somos el termómetro del pulso económico de la provincia.

—¿Cómo puede competir el comercio de proximidad con las grandes superficies?

—Al pequeño comercio se le critica porque algunos de sus productos son algo más caros que en otras fórmulas de distribución, pero el consumidor no hace los números reales. Si necesita algo y lo compra en el comercio de al lado puede costarle unos céntimos más que en otro tipo de distribución, pero si no tiene que coger el coche, trasladarse, seguramente se llevará algo más de lo que iba buscando,... Al final eso suma no unos céntimos, sino muchos euros.

—¿Se está adaptando el pequeño comercio a las nuevas fórmulas de promoción comercial?

—Todos consultamos en Internet cualquier necesidad que tengamos, así que en Aleco hemos creado el portal León de Compras. Pero no todos los comerciantes podemos tener una web ni competir ahí, algunos pequeños negocios de barrio no tienen estructura para tener una web. Desde la asociación pretendemos que el comercio tenga el mayor escaparate virtual, para que los consumidores sepan la oferta de productos que tienen a mano en los negocios locales. Pero de ahí a vender por Internet hay una distancia. Le hemos dado muchas vueltas, tenemos una web (ahoramibarrio.com), pero somos conscientes de que en el vértice de la pirámide de Internet siempre está el fabricante. Competir desde nuestros negocios con la marca del fabricante es difícil. la ventaja siempre será para ellos. Invito a todos los que tengan producto propio y diferenciado que participen en estos proyectos, porque nadie va a competir con ellos, pero cuando tienes algo que se puede comparar con la marca matriz es muy difícil ganar.

—La sugerencia de la Junta de cobrar por probarse levantó una gran polémica.

—Yo felicité personalmente a la consejera de Economía, me encanta su idea, se la compro pero no la comparto. Tenemos que abrir este debate, pero cobrar en una ciudad como León es inviable. En Estados Unidos se cobra hace tiempo, y hace también mucho que yo dije que el comercio iba a ser el escaparate de Internet. Está claro que se toman las referencias y luego se buscan precios más competitivos en la red. La diferencia entre alguien que está en la web y los que estamos a pie de calle es que nuestro stock es real. Para vender en la web a veces hace falta poco más que un ordenador y unos catálogos, pero nosotros tenemos el inmovilizado. Y damos calidad y servicio. Lo triste es que nosotros demos la clase magistral, se prueben en nuestros locales, y luego los jóvenes cojan el atajo y lo busquen en Tailandia. Es complicado.

—En todos los análisis económicos que se han realizado en las jornadas se ha hecho un análisis del comercio, ¿los comparte?

—Se ha analizado superficialmente. El comercio necesita mucha formación, el problema lo tenemos dentro. Cuando un cliente entra a nuestro negocio tenemos que dejar todo al margen, ponernos el uniforme y crear el escenario para que encuentre lo que está buscando. Cubrir sus expectativas, dar consejo y ayuda, hacer que la compra sea un acto de disfrute. El cliente es el rey.

—¿Nota el comercio local la recuperación que reflejan los datos económicos?

—Estamos en un momento de sequía económica, la travesía del desierto no ha finalizado y a muchas partes de la economía no llega ese repunte que han anunciado. Respecto al comercio local, es necesario tener en cuenta de que el dinero puesto en otras formas de distribución es capital evadido, sería bueno tener consciencia de que necesitamos esa economía de subsistencia. El sueño de Aleco es hacer de León una ciudad de compras. Tenemos una ciudad gastronómica, el tren llega lleno, hay negocio para los hoteles,... Las administraciones tendrían que ayudarnos a mimar a ese turista que llega, aunque no sea a comprar, porque si encuentra un comercio amable y competitivo lo apreciará, aunque León se haya vendido como otra cosa. Además el comercio de proximidad es diferenciador, ya que hoy, en las calles comerciales de todas las ciudades, la oferta de las cadenas es la misma. Y hay otro aspecto importante, algo estaremos haciendo bien cuando las grandes marcas de distribución están acercándose al centro, en lugar de seguir en los centros comerciales.

—Quieren hacer de León una ciudad de compras y miran al turista, pero cierran sábados tarde y domingos, justo cuando llegan los visitantes.

—Cierra y no cierra. Cuando hay negocio se abre, pero notamos por ejemplo que en esta capitalidad gastronómica hay restaurantes cerrados los domingos. Algo pasa. Somos empresarios, ante todo miramos la cuenta de resultados. En un negocio pequeño no es fácil compaginar la realidad empresarial y familiar, pero si hubiera negocio igual cerrábamos otro día. Hay que analizar otros puntos, como si el turista que viene es de calidad. En hostelería se quejan de que los restaurantes ya no tienen carta, porque les hemos enseñado a comer barato. Y además hay ya mucho turista que viene y va en el día, hay que aumentar las pernoctaciones.

—Se ha referido varias veces a la profesionalización del sector, que es uno de los déficits actuales.

—La profesionalización haría que tanto el comercio como la hostelería fuéramos los primeros prescriptores del turismo de León. Necesitamos un conocimiento básico de idiomas, por ejemplo.

—El comercio electrónico es imparable, ¿cómo debe adaptarse el de proximidad?

—Es imparable, y también se está haciendo en León, pero el comercio de proximidad hace ciudad, tiene que captar a ese ciudadano que pasea por la calle. Y ahí reclamamos el apoyo de las administraciones.

—¿Con peatonalizaciones, por ejemplo? ¿Han sido las obras de Ordoño una oportunidad para retirar los coches del centro?

—Primero, una calle como esa no puede estar nueve meses cerrada por obras. Somos partidarios de peatonalizar, pero eso no se resuelve poniendo una señal de prohibido pasar, es empezar la casa por el tejado. Hace ya tiempo que hemos propuesto tres parkings disuasorios, uno es lógico, otro una locura y otro un sueño. Uno era vaciar la plaza de San Francisco y hacer un intercambiador para regular todo el transporte a las distintas zonas de la ciudad. Otro, más costoso y complicado, hacer aparcamientos en las plazas de las Cortes y la Inmaculada. El que nos apasiona es hacer un parking desde San Marcos a la plaza de toros, por debajo del paseo, con salidas cada 200 metros, que te permiten estar en el centro en siete minutos. Además la vida de la ciudad no se vería interrumpida mientras se construyera. A partir de ahí se podría peatonalizar, pero hay que pensar esto. No podemos convertir los barrios en guetos, como ha ocurrido con otras peatonalizaciones.

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