Diario de León

Martín Villa reconoce el carácter reformable de la Constitución pero aboga por hacer frente con ella al problema de Cataluña

El exministro inicia el ciclo de charlas organizado por Diario de León con motivo del 40 aniversario de la Constitución española

El político Martín Villa y Joaquín S. Torné, director del Diario de León, hoy en 'Conversaciones en torno a la Constitución en su 40 aniversario' que organiza el periódico en su Club de Prensa.

El político Martín Villa y Joaquín S. Torné, director del Diario de León, hoy en 'Conversaciones en torno a la Constitución en su 40 aniversario' que organiza el periódico en su Club de Prensa.

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MIRIAM BADIOLA / MIGUEL Á. ZAMORA | LEÓN / REDACCIÓN
León

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El ex ministro de la gobernación en el ejecutivo de Adolfo Suárez, Rodolfo Martín Villa, considera que no se dan las condiciones de consenso para una hipotética reforma de la Constitución " y dudó bastante de que en este escenario se vayan a dar, "porque a diferencia de nuestra época, ahora no hay una voluntad política de reconciliación".

Martín Villa inauguró el ciclo de conferencias sobre el 40 aniversario de la Constitución, organizado por Diario de León, en un acto al que asistieron buena parte de las autoridades de la vida política local y provincial. Martín Villa subrayó que más que una debilidad del país " lo que ocurre es que se está pagando las consecuencias de la crisis, que ha hecho mella social y económica y nos ha conducido a una debilidad institucional muy mal gestionada".

Recalcó que hasta ahora, en la historia del país "las constituciones se las ha impuesto una mitad del Estado a la otra mitad" y lanzó una encendida defensa de la necesidad de independencia en el poder ejecutivo, poder y poder judicial: "Eso no es modificable, hay otras cosas que pueden y que incluso en serlo, pero es escandaloso que hay acuerdos para renovar el Consejo general del poder judicial".

"Hace 40 años parecía muy difícil hacer que Carrillo y Fraga se entendieran, pero luego vi que uno presentó al otro en una conferencia. Operar un estómago o curar un cáncer no es ni de derechas izquierdas, hay cuestiones como la sanidad que no entienden de color político. Ni tampoco deberían tenerlo las reformas educativas. El problema es que enseñar la historia de una manera o de otra y dar a los jóvenes unos cuantos valores modifica un país", aseguró

Reseñó que el verdadero problema de la financiación autonómica está en los porcentajes: "El Estado recauda el 80% de los impuestos y gasta el 20%. Las autonomías recaudan el 20% y gastan el 80%. Ahí está el problema".

Cataluña

“La Constitución requiere de alguna reforma, pero muchas más cosas no se pueden hacer”, aseguró hoy en León el que fuera ministro de la Gobernación, quien abogó por hacer frente al “gran problema” que supone Cataluña, “desde el estado autonómico” que recoge la Carta Magna.

Martín Villa ha abierto hoy el ciclo de conferencias 'Conversaciones en torno a la Constitución en su 40 aniversario' que Diario de León organiza en su Club de Prensa.

El político recuperó un reciente un discurso de entrada en la Academia de Ciencias Morales y Políticas y recordó cómo hace 40 años, cuando él tenía 41 años y era Gobernador de Barcelona, sentía que “los españoles en aquel momento estaban muy bien dotados para entender a los adversarios”, lo que fue un “punto fundamental de entrada en la Constitución”.

Tras un “cambio social profundísimo” producido entre 1960 y 1975, el exministro recuerda que en aquel entonces convivía en España “una sociedad abierta y democratizada con un régimen que ni era abierto ni democrático”. Por ello, el gobierno de Adolfo Suárez “hizo un diagnóstico acertado de la situación”, porque según Villa, “los españoles querían cambiar, pero no de cuajo, sabían que no había que repetir la vieja historia que había dado lugar a la Guerra Civil”. Un gobierno en el que “todos menos dos habíamos tenido responsabilidades en el régimen de Franco, por lo que teníamos unas credenciales democráticas discutibles, aunque siempre habíamos estado con la reconciliación”, apuntó.

Hoy, tras 40 años de dicha Constitución, Rodolfo Martín Villa afirmó que ésta “requiere de alguna reforma”, aunque “los derechos y deberes fundamentales de los españoles, la unidad de la nación o la independencia de los tres poderes” es algo “fundamental”.

Tan fundamental como es para el exministro “el estado autonómico”, que por su propia naturaleza “puede ser más discutible”. Ante ello, recordó que el Estado central, “aunque recaude el 80 por ciento de los ingresos públicos, solo se gasta el 20, mientras que autonomías y ayuntamientos recaudan poco y se gastan casi todo”. Es por ello que considera que “muchas más cosas no se pueden hacer”, en un momento en el que “lo importante es hacer frente al gran problema de hoy, que es Cataluña”.

«Nadie discute ni la monarquía ni la soberanía del pueblo»

El que fuera vicepresidente del Gobierno con Adolfo Suárez era ministro de la Gobernación cuando se celebraron las elecciones del 15 junio de 1977, una época que ahora algunos ponen en solfa. Durante una de sus visitas a León, el ahora consejero de Técnicas Reunidas expresó su convicción en que la mayoría de los españoles son contrarios a la reforma de la Constitución, si bien en un discurso que pronunció en la Diputación en 2010 afirmaba el convencimiento en que la Carta Magna debe ser desarrollada o reformada. «Lo más difícil es lo que queda por hacer todavía pero creo que podemos asomarnos a este tiempo con optimismo».

En una entrevista con Efe, Martín Villa subrayaba la posibilidad de abordar la reforma de los órganos de la Justicia con la finalidad de evitar la impresión de su politización: «A mí no deja de producirme un cierto escándalo que se pueda decir con naturalidad: Tal sentencia del tribunal no sé qué se debe a un ponente conservador o progresista. El exministro añadía que su certeza en el hecho de que los jueces, cuando actúan, actúan como jueces con independencia de las preferencias que cada juez tiene. Sin embargo, concedía que la configuración del Consejo General del Poder Judicial, del Tribunal de Cuentas, del Tribunal Constitucional y de los organismos reguladores de las actividades económicas esenciales, como la energía o la banca, repiten la misma composición de cuotas existentes en el Congreso.

El actual consejero de Initec defendía además la transición española, proceso que protagonizó con una sutil imagen: «A veces visito un monolito erigido en una zona de Aragón, limítrofe con Cataluña, en recuerdo de la Batalla del Ebro, cuyo lema reza: ‘A los que perdieron la guerra Civil, que fuimos todos’. Yo creo que ahora mismo habría que hacer una inscripción similar que dijera: ‘A los que ganamos la Transición, que fuimos todos’».

Rodolfo Martín Villa pone en marcha estas jornadas, que se prolongarán hasta el 5 de diciembre, y por las que pasarán la profesora de Derecho Constitucional María Esther Seijas, el consejero de Fomento, Juan Carlos Suárez-Quiñones, el alcalde de León, Antonio Silván, el subdelegado del Gobierno, Faustino Sánchez Samartino, el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo, Virginia Barcones, delegada del Gobierno de Castilla y León, y la presidenta de las Cortes, Silvia Clemente.

Rodolfo Martín Villa también se ha referido en multitud de ocasiones al Estado de las Autonomías. En su opinión, la democracia española debería «redondear» lo autonómico: «Don José Ortega y Gasset, que era diputado por León, dijo aquello de que «con Cataluña hay que conllevarse». Ni siquiera habló de convivir. Es un tema que la solución definitiva no existe. Porque es la solución que nos gustaría a los mesetarios, centrípeta, y la de los periféricos, centrífuga. Lo centrífugo ha llegado a un nivel absolutamente intolerable. No hay solución definitiva», considera.

En cuanto al leonesismo, al sentimiento por lograr para la provincia una comunidad separada de la castellana, el expresidente de Endesa ha explicitado su posición contraria, si bien lo respeta. En este sentido, deja claro que encuentra una diferencia básica con el nacionalismo: «No vacía el Estado».

Rodolfo Martín Villa defiende que los españoles no quieren cambios profundos en la Constitución y cree que la mayoría está de acuerdo en que la unidad de España es la base de la soberanía nacional, sin perjuicio de que luego cada región tiene sus características. «Pero nadie discute ni la monarquía ni la soberanía del pueblo. Los derechos y las libertades son el tronco fundamental de la Constitución», afirma. En este sentido, el que fuera ministro de la Gobernación se ha mostrado a favor de hacer frente al chantaje nacionalista, unificar criterios en Educación, reformar la Justicia para apartarla de todo halo político y clarificar la financiación de los partidos políticos. «Gobiernos de uno y otro color político han tenido que ceder a las presiones y los chantajes de los partidos nacionalistas. Pero ahora es tiempo de cambios. Y al hilo de la situación económica, es una etapa en la que convendría ahorrar y convertir a las Diputaciones en sucursales de las administraciones autonómicas».

El consejero de Técnicas Reunidas manifestaba en León en el año 2010 echar de menos «más complicidad» en la clase política: «Hubo buenos vasallos, pero también hubo buenos señores», declaraba al tiempo que mostraba su convencimiento en que en las situaciones excepcionales han surgido siempre políticos excepcionales: «Adolfo Suárez, Felipe González, Fraga y Carrillo son la mejor muestra de aquello. España debe una enorme gratitud a los cuatro», ennumeraba.

Asimismo, llamó la atención sobre la situación socio-política que comporta la actual pirámide de población: «Los primeros españoles que tuvieron derecho al voto, tienen hoy 50 años. Eso significa que hay un importante porcentaje de población española en manos de la cual está el porvenir y que no vivieron aquellos años, desde la muerte de Franco hasta la llegada de Suárez a la presidencia».

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