CAÍDA DE LAS VENTAS
El comercio gana empleo y pierde autónomos en pleno debate sobre el nuevo consumismo
Las tiendas locales se encomiendan a las campañas de descuentos para remontar un ejercicio con el nivel de ventas a la baja.
Entre el Black Friday y el Ciber Monday ya no hay un día de rebajas y otro de liquidación en las web. La vorágine del calendario consumista convierte las semanas de promoción en meses, y los días clave en semanas de descuentos. A la vuelta de la esquina está una campaña navideña, la que registra el gasto más intenso del año, en la que muchos comercios tienen fijada la calculadora entre los números rojos y los negros para cerrar el ejercicio. Un calendario que arrastra al pequeño comercio local y condiciona los pulsos (ya no hábitos) de consumo.
El comercio de proximidad navega hoy entre ofertas interminables (desde la liberalización del período de rebajas en 2012) y continuos descuentos agresivos. La mayoría de los negocios contemplan este escenario como una amenaza, pero otros consideran que es una oportunidad. Sobre todo ello planean varias evidencias: la confusión de un consumidor que no sabe cuánto puede llegar a pagar por lo que desea, por lo que se aferra a las campañas de descuentos; la desconfianza de los ciudadanos ante las amenazas económicas y la inestabilidad política que perciben, lo que rebaja las previsiones de gasto incluso en la campaña navideña; y los nubarrones sobre la ralentización del crecimiento económico y las amenazas de nueva recesión.
De puertas afuera todos y cada uno de los agentes económicos y sociales hacen un llamamiento a mostrar una actitud positiva y confiada. Hacia el interior, las sensaciones se matizan. Los datos económicos y de empleo son buen ejemplo del momento confuso que vive el consumo y el comercio a nivel general. En mayor medida, en el ámbito local.
En el caso de la ciudad de León, «una ciudad de servicios» según el Instituto Leonés de Promoción Económica, Formación y Empleo (Ildefe), «el comercio sigue siendo la principal actividad generadora de empleo», con 14.389 trabajadores (sólo en la capital y su alfoz), lo que supone un 16,95% del total de los cotizantes la Seguridad Social de esta zona de la provincia. En los últimos doce meses la cifra se ha incrementado en 150 personas. En total en el capítulo de Comercio al por menor cotizan en el área 9.720 personas, un 11,45% más que un año antes (con cifras de septiembre).
El comercio es además el sector de actividad que mayor incremento de contrataciones ha registrado en la capital en los últimos doce meses, según los datos de afiliaciones a la Seguridad Social, seguido de los servicios sanitarios, que suman 6.983 trabajadores y un incremento del 9% en los cotizantes; y las administraciones públicas, con 5.676 trabajadores tras incrementar sus efectivos un 7.6%. Las empresas de restauración, en el año de la capitalidad gastronómica, cuentan en el entorno de la capital con 4.126 afiliados, y un crecimiento del 6,34% en las contrataciones.
Los datos de contratación de las empresas del sector del comercio minorista contrastan sin embargo con la evolución del número de trabajadores autónomos en este ámbito de actividad. Según los informes de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), la provincia registra en octubre 8.256 autónomos en el sector del comercio, mientras que a finales del ejercicio pasado sumaba 8.392. Es decir, entre los comercios que han abierto sus puertas y los que han echado la trapa la provincia ha vuelto a perder en un año 136 negocios.
Junto con hostelería e industria son los sectores en los que el balance entre los autónomos que comienzan su andadura y los que cierran el negocio es más negativo.
