Los socios del consorcio deben multiplicar por 15 su aportación para garantizar los vuelos

La hucha del consorcio del aeropuerto, que ha permitido durante los últimos años tirar de los ahorros para financiar el contrato anual de vuelos, toca a su fin. En estos momentos, dispone aún de algo más de un millón de euros, pero para garantizar la viabilidad del enclave aéreo y la operatividad de una programación estable exige que los dos socios —la Diputación y el Ayuntamiento de la capital— multipliquen prácticamente por quince su aportación al presupuesto de este ente público. Hasta ahora, cada uno ingresaba 40.000 euros por ejercicio, aunque ya en las cuentas de 2019 tendrán que consignar 590.000 por institución.

Así lo mandata el Plan Económico Financiero 2018-2020, tutelado por la Junta, y que traza los pasos que ha de dar la institución provincial durante estos años tras saltarse la regla de gasto. El interventor de la Diputación señala en este documento el obligado aumento de la aportación de cada socio del consorcio «para poder asumir el gasto derivado del contrato de publicidad del aeropuerto, ya que la política actual mediante la financiación de remanentes de tesorería (la hucha), hace recaer en la institución provincial todo el gasto no financiero ejecutado».

Ante la nueva situación, el presidente del consorcio y vicepresidente de la Diputación, Francisco Castañón, defiende que hasta ahora el ente público que fomenta el aeropuerto haya estado «tirando de la hucha; no era lógico que el Ayuntamiento y la institución provincial adelantáramos más dinero porque no hacía falta». Con el Plan Económico-Financiero en la mano, reconoce que deben «acatar las recomendaciones del interventor; es necesario asegurar la viabilidad y estabilidad de los vuelos del aeropuerto». Y remarca que desde la propia Diputación existe «voluntad del equipo de gobierno de continuar con este apoyo al aeropuerto, eso está asegurado».

Castañón recalca, no obstante, que se trata de «una recomendación basada en criterios absolutamente técnicos y esto garantizará la estabilidad absoluta».

El contrato actual que el consorcio mantiene con Air Nostrum, con un coste de algo más de 1,1 millones de euros, caducará en mayo de 2019. Este mes, avanza el presidente del consorcio, comenzarán ya a trabajar en las bases del concurso para adjudicar el contrato que dará el relevo, al que asegura que introducirán mejoras, aunque irá en la línea de los que ha financiado en los últimos ejercicios.

El acuerdo actualmente vigente con la compañía, prorrogado del año anterior con las mismas características y precios, incluye un total de 606 vuelos y 40.000 plazas, 31.500 en la ruta de Barcelona (cinco conexiones semanales con frecuencias de ida y vuelta en cada una de esas jornadas) y el resto repartidas en los denominados destinos estivales: Palma de Mallorca, Menorca, Ibiza, Málaga y Las Palmas de Gran Canaria, una operativa únicamente programada para el verano.

Las ayudas públicas, a través del contrato de promoción del aeropuerto, se han convertido desde el nacimiento de este enclave aéreo en junio de 1999, en indispensables para garantizar vuelos y destinos desde León.