Una decena de empresas se interesan por invertir en Villadangos con el nuevo plan

Una decena de empresas, desde locales a internacionales, se han puesto en contacto en la última semana con el Ayuntamiento de Villadangos para interesarse por la posibilidad de instalar en el polígono sus proyectos industriales, al amparo del Programa Territorial de Fomento anunciado por la Junta esta semana y que será ratificado mañana por la ministra de Industria, Reyes Maroto y los principales inversores que han confirmado sus iniciativas hasta el momento.

Proyectos que se suman a la recuperación de la inversión que viene registrando el polígono en el último año, pero que ahora presentan un marcado carácter industrial y que con la orientación a las necesidades de las compañías dedicadas al metal plantean una nueva orientación de la infraestructura. Las condiciones de ayudas y dotaciones que compromete el acuerdo que impulsan la Junta y el Gobierno animan este interés; y especialmente el compromiso de hacer llegar hasta el suelo industrial un ramal ferroviario que requerirá la construcción de una plataforma de carga en la zona de la estación.

Así lo reconoce el alcalde de Villadangos, Teodoro Martínez, que señala que los proyectos ya iniciados ocupan el 65% del suelo disponible. De las 200 hectáreas con las que cuenta actualmente el polígono, están sin ocupar aún unos 300.000 metros cuadrados. «Y sí, aún hay parcelas grandes, como las que están reclamando empresas como NSR».

Capacidad de crecimiento

En cualquier caso, la capacidad de crecimiento es uno de los grandes potenciales del suelo industrial de Villadangos. Una iniciativa que se puso en marcha en 2001, con la aprobación en concejo abierto del inicio (entonces tímidamente) de un proyecto de captación de empresas para que sus habitantes pudieran trabajar y vivir en la zona. En 2008, con numerosas propuestas llamando a la puerta de un polígono que crecía y ponía en valor su estratégica ubicación y buenas comunicaciones, se aprobó duplicar el espacio actual. «Pero la crisis lo paralizó todo».

El municipio tiene capacidad para multiplicar por cuatro su espacio actual, con 800 hectáreas disponibles. «Lo que sea se decidirá en concejo abierto, habrá que ir viendo cómo se materializan las expectativas. Pero aquí hay terreno de sobra», explica Martínez.

De momento el fin de año no se saldará con el pronóstico que durante meses parecía escrito. Vestas abandonará León, pero en su misma ubicación llega el proyecto de Network Steel Resources, una empresa que fuentes conocedoras del proceso de negociación aseguran que «está muy comprometida con Castilla y León».

No es la única apuesta del sector del metal por el estratégico polígono, y tampoco la única. Asturiana de Laminados, que no pudo ubicar su proyecto de alumino en Mieres ni en Carrocera, se lo llevó a Benavente. Pero hace ya semanas que fijó parte de esta iniciativa en Villadangos, al hacerse con la antigua planta de Coreal (también dedicada al aluminio, fundamentalmente de reciclaje), en proceso de liquidación.

Y también antes de este impulso metalúrgico al polígono la empresa local Miguélez inició el desarrollo de su proyecto de expansión en esta zona.

Otro de los grandes proyectos a punto de finalizar la obra civil es el que lleva a cabo el fondo de inversión australiano Goodman, que está previso que ocupe el centro logístico de la multinacional de artículos deportivos Decathlon (aunque Martínez hace hincapié en que ellos sólo han tenido contacto con los promotores de la nave, y nunca con la multinacional francesa).

Con proyectos ya iniciados están la asturiana logística Transmaraña y Aislamientos Otero. «Y otros proyectos de menor envergadura», mientras se negocian nuevas instalaciones. Incluido el tanatorio, también en marcha.

Miles de empleos

En total los proyectos ya en marcha en el polígono de Villadangos suman más de 3.000 empleos directos y más de 2.000 indirectos, según el cálculo del alcalde. Que insiste en que «el polo industrial ya está gestado, y tras la crisis que frenó nuestros sueños lleva creciendo desde hace un año. Ahora lo que estamos viviendo es una orientación importante hacia las industrias del metal».

En el horizonte está también retomar el espíritu con el que nació el que ahora aspira a convertirse en eje del nudo logístico del Noroeste: la creación de alternativas de empleo para los pueblos del municipio y sus jóvenes (y no tan jóvenes). Algo que se consiguió en gran medida, apuntaba un gran crecimiento antes de la crisis, frenó en seco y ahora, tras el atragantón de la huida de Vestas, se vende como un despegue meteórico.

El alcalde popular tiene los pies firmemente plantados en la realidad, fruto de la experiencia. «Primero hay que fabricar, luego pensar cómo sacarlo». Y no olvida tampoco el motor que puso en marcha la infraestructura industrial. «Había proyectos para construir muchas viviendas, y se paralizaron. Lo que queremos también hoy es que la gente viva aquí». La experiencia invita a la prudencia. «Vamos a ir paso a paso...»