CONVERSACIONES DEL DIARIO DE LEÓN SOBRE EL 40 ANIVERSARIO DE LA CONSTITUCIÓN
«La norma será más fuerte cuanto más se adapte a la realidad»
VIRGINIA BARCONES / DELEGADA DEL GOBIERNO EN CASTILLA Y LEÓN. Alude de forma continua al paraguas que los artículos I y XIV de la Constitución supone para la igualdad de oportunidades; el margen de mejora de la Carta Magna está en que se adapte a las exigencias de hoy
La Constitución está a pie de calle, en todos los órdenes de la vida que afectan al ciudadano, según repasó la Delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones. No es del todo cierta esa sensación de desidia que parece que las instituciones y sus representantes tienen hacia la divulgación de la Carta Magna.
—No le damos importancia a la Constitución a pesar de que el marco de convivencia con el que hemos llegado hasta aquí. Que resolvió conflictos con armas y herramientas que están vigentes hoy; por ejemplo, con esa solución lograda para el conflicto de Vestas.
—Sí, es cierto, ese logro en Villadangos se ha conseguido con una herramienta de la constitución; el consenso. La carta magna, el marco que garantiza la convivencia de los españoles, que ha dado origen a la época d de mayor estabilidad del país. El acuerdo de Vestas se puede encuadrar en ese marco; en la fortaleza de del acuerdo de instituciones, la posibilidad de solución a una crisis con consecuencias gravísimas. En ese sentido, se comparte la decisión y la solución en el territorio. Lo que le pasa a León le pasa a mi provincia, a Soria; Hablamos de la importancia de la unidad de acción, de la implicación del comité de empresa, de los políticos; ha sido la sociedad la que ha dado el aliento en la negociación, esa fortaleza moral para trabajar por objetivo común, que es dar a la gente futuro es su provincia. De eso se nutre la Constitución, los artículos I y XIV hacen referencia a la igualdad de derechos y oportunidades. Mi vocación política es para servir; y para eso, la política es el arma social más eficiente. Siempre que tenga el objetivo común por encima de los particulares. Eso es lo que hace que estas reglas del juego nos hayan traído a época de mayor prosperidad. A mí me han educado en los valores de la Constitución, educado en libertad, para buscar la justicia por encima de todo; así se debe tener claro que derechos del individuo acaban donde empiezan los del otro. Esos valores hay que transmitírselos a los hijos. Como hicieron con nuestra generación; hay que transmitir esas cuestiones a los jóvenes, porque el peligro de otra forma está en que si no sabemos de dónde venimos no sabemos a dónde vamos.
—Precisamente, en ese sentido sería adecuado evitar repetir errores del pasado. En este periodo se han celebrado tres referendums. ¿Hasta que punto es conveniente alentar en ese debate una decisión sobre monarquía y república?
—Lo importante para que la Constitución siga siendo fuerte, es que las formaciones políticas tengan altura de miras, para que altura de miras, que los partidos sean valientes para llegar a un consenso y adaptar la norma a la realidad de España en el siglo XXI; hay que darse cuenta de que desde que se aprobó hace 40 años la Constitución, se han originado nuevas relaciones sociales; nuevos derechos, en reconocimientos y obligaciones. Yo quiero destacar que hace falta que la Constitución tiene pendiente poner negro sobre blanco las cuestiones que afectan a los derechos de igualdad de la mujer. Insisto en los contenidos de los título I y XIV, y lo que garantizan. Y soy mujer, de origen humilde, de un pueblo pequeño; y gracias a la Constitución tengo derechos iguales. Por haber nacido en el mundo rural no debo de tener menos derechos, menos educación, menos derechos sociales y vitales. Tengo derecho a realizar mi vida en mi provincia, en mi municipio. Ahí quiero desarrollarla.
—En el título VIII, que hace referencia a la organización territorial, ¿cómo es posible encauzar la norma para garantizar la asistencia y buscar la solidaridad con los pueblos y municipios pequeños?
—Yo soy municipalista, defiendo a esta administración como la más cercana, que conoce primero y en más profundidad el entorno, los problemas, y pone cara a la gente. Y soy profundamente contraria a ley de racionalidad de gasto; han querido convertir a las administraciones más pequeñas en meros gestores. Es preciso tener en cuenta la estructura de municipios, provincias y comunidades autónomas. Y aportar una garantía de autonomía financiera; cuales son sus necesidades y problemas y atenderlos en consecuencia. Hay que tener en cuenta la labor callada de gente que desempeña una función pública, imprescindible en pequeñas localidades, y no recibe remuneración por ello, por el trabajo que desempeñan; y garantizan el servicio a los vecinos, mantienen los recursos patrimoniales.
—¿Cómo encajar en esa gestión territorial la función de las Juntas vecinales, tan relevantes en la estructura de la administración local en León?
—Sigo haciendo una defensa absoluta del territorio. Las pedanías forma parte de la estructura de la administración, la más imprescindible e independiente para sostener el territorio; desde aquí recuerdo el compromiso de la ministra Batet por fortalecer esa estructura. Por buscar mecanismos para fortalecer la autonomía de las pedanías que son en el fondo el mejor arma y el más eficaz para luchar contra la despoblación. Sus presidentes son voluntariado institucional; son la administración donde hay problemas corrientes, ahí está el pedáneo. La Constitución es clara con la autonomía de estos entes.
—Pero será necesario encauzar y acompañar esa norma con una garantía financiera; la financiación territorial, uno de los problemas pendientes.
—En este país el debate político sigue centrado en resolver financiación autonómica. Integrar principios de los derechos y obligaciones, solidaridad territorial, autonómica; también la financiación municipal, los servicios, la garantía de que esos servicios se van a prestar; por eso en una mano va la Constitución y en otra la financiación. Participé en un estudio sobre la corresponsabilidad financiera del Estado en el territorio; en el estado de autonomías, se dan casos de que alguna administración financia la mitad a sus ayuntamientos de lo que los hacen otras; es ese caso está la autonomía de Castilla y León frente a la de Extremadura. Hice estudio financiación del estado y comunidad en el territorio de Castilla y León y aquí existe un déficit de financiación aquí en torno a 50 millones de euros, Cuando el resto den administraciones no llegan, volvemos al recurso más extendido; ahí siempre están los Ayuntamientos, las administraciones más cercanas.
—Las diferencias en el desarrollo estatutario sirven para explicar, entonces, la diferencia de trato entre unos y otros territorios, en impuestos a los ciudadanos según donde vivan.
—Dentro de esa capacidad política, cada autonomía decide su gestión y cómo. Algunas creyeron más en la administración local, y se desarrollaron en conceptos más municipalistas; yo defiendo los servicios de proximidad y con el amparo de la Constitución. Debe de haber una igualdad de derechos en las autonomías. Hechos en los que se deben traducir las buenas intenciones; municipalista, sí, pero de acuerdo a las competencias de la gestión, de servicios sociales y demás. No puede ser que un ayuntamiento cargue con la financiación de servicios que son competencia de la autonomía. Es necesario que de se gestiones desde lo local, pero con financiación.
—Ahí se resuelven también otras cuestiones, como la de si Hacienda somos todos.
—En unos territorios se ha decidido la gestión publica de servicios públicos; otros, gestión privada de esos servicios. Yo defiendo que la mejor garantía es la gestión publica, para garantizar la gestión. Pero la fórmula hay que buscarla en la gestión que decida cada autonomía.
—Otra de las cuestiones que se plantean con fuerza es la pervivencia de las Diputaciones; en un territorio con la mayoría de población en municipios de menos de veinte mil habitantes.
—Hay en Castilla y León seis mil núcleos de población; las Diputaciones están reconocidas en un marco de competencias atribuidas, tienen un papel importantísimo que desarrollar; que permite desarrollar la función administrativa local, que permite prestar servicios que necesita la gente; la concepción de algunos partidos nacidos en grandes ciudades les aleja de las necesidades de nuestros pueblos. Cuantos pedáneos tienen, cuánto conocen esa realidad los que resuelven su origen, su principio y final, en Madrid o Barcelona. También está en la Constitución el papel de las Diputaciones; y en la práctica, más; las Diputaciones ayudan a gestionar recursos de basura, agua saneamiento, prestar servicios que un municipio pequeño que de otra forma no podría alcanzar esa gestión. Así garantiza la Constitución la libertad de la gente de vivir donde quiera con los mismos derechos que el resto. La diputación debe estar ahí para prestar esa asistencia técnica.
—Hay opiniones encontradas sobre la Constitución; que con 40 años, no es tan mayor; frente a las que defienden reformas necesarias, en igualdad de género o en otros ámbitos.
—La Constitución es fuerte; su fortaleza está en la capacidad de la norma para adaptarse a la realidad. Cuanto más adaptada esté a la realidad del momento, más fuerte será. Se aprobó con el 87% de apoyo entre la población. Pero es evidente que, desde entonces, la realidad ha cambiado. Debe haber altura de miras entre los partidos constitucionalistas. Si se produjo el consenso bajo aquella situación con acuerdos globales, cómo no se va a lograr ahora tras todos estos años de prosperidad social y económica. Es preciso incorporar variables, adaptarse a los avance tecnológicos, la relaciones sociales y económicas cambiadas. Antes no se sabía la Constitución que iba a ser en materia territorial. La norma es fuerte por cómo es capaz de reflejar y regular la realidad. Los grandes municipios disponen de realidades distintas; se va a crear un grupo técnico para el análisis, la reforma de la legislación local, en el que yo estaré trabajando, para tratar de adaptar la norma a los pequeños municipios a la norma constitucional. No puede ser que formularios idénticos que se aplican en Madrid se lleven a trámite en pequeños municipios. La norma nace para regulas la realidad; si es una realidad distinta, hay problemas. Hay un marco adaptado. A la Constitución la necesitamos fuerte y vigorosa para la España de hoy y la de mañana. Abrió puertas a la Europa de la ciudadanía. Y debe ayudar a mantener la referencia y confianza en Europa; hubo un momento que la respuesta de Europa ante la crisis hizo que esa confianza se tambaleó. España tiene mucho que aportar; miraba a Europa porque era la apertura; ahora, España debe seguir fortaleciendo ese proyecto común europeo.
—Se puede detener el análisis en aquella definición que habla de que contribuyó a ventilar el país y ahora se ha agitado la crispación.
—Lo ocurrido en Andalucía, la reflexión por la entrada en el Parlamento de un partido que no comparte valores de la Constitución; que cuestiona las autonomías, la igualdad y la lucha violencia de género, cuando van 45 mujeres asesinadas en este año. Recuerdo que cuando tomé posesión como delegada, indique que una de mis prioridades era que cuando una mujer cruzara la puerta de un cuartel a denunciar una agresión nuestra actuación debía ser escrupulosa; me preocupa por los planteamientos que ofrecen contrarios a la Constitución. La igualdad y la libertad son la esencia. Cuando hay partidos que ponen en solfa esos valores, me preocupa. Con la crisis, hubo personas que lo pasaron mal y no entendieron la respuesta que dio Europa; hace 40 años, el populismo era la ideología de la libertad; ahora es al contrario, la recesión de valores.
—Se tocan los extremismos; igual es hora de plantear reformas electorales, la doble vuelta.
—Hace 40 años había un panorama similar; no era bipartidismo. Luego sí. Y hemos vuelto al multipartidismo. Va a estar presente; las mayorías absolutas tardaremos en volverlas a ver; la política de capacidad del diálogo, del acuerdo, en aras al interés general; ahora ya se ha visto en algunos ayuntamientos, el de Valladolid, por ejemplo, con acuerdos ajustados dentro del marco legal. Esas no son las posturas de aquellos que con sus proclamas quieren destruir los valores de la Carta Magna.
—Igual es posible extrapolar ese acuerdo como una solución en Cataluña.
—Debo citar a la vicepresidenta del Gobierno, que clarifica la postura del PSOE. Al respecto; dentro de la ley, todo, fuera de la Constitución nada. Reglas de juego elegidas, la Constitución y sus leyes de desarrollo. Ahí, se puede hablar. Si no respetas esas reglas, se acabó el juego. Los intereses legítimos de un partido están en la Constitución; si se pasa, se acabó.
—Las reglas de juego se han roto cuando se han apoyado en esa parte para gobernar.
—No lo veo así. La Constitución tenía mecanismos y mi partido fue leal; y apoyó la medida de control desde la oposición; absolutamente leales a España. Me gustaría que otros partidos hubieran sido tan leales a las normas y a los españoles como mi partido. La norma, el 155 actuó. Con absoluta lealtad. Cuando están dentro d ella ley se puede hablar.
—Está pendiente una reforma del estatuto de Castilla y León por falta de consenso.
—Es necesaria la reforma para blindar servicios públicos esenciales, sanidad, educación, asistenciales; esa garantía es una respuesta de blindaje en el Estatuto. Mi partido exigió que hubiera garantía para que no pasara lo que ha sucedido en estos años; la desatención en ley de dependencia, el suelo social, los servicios públicos; pedimos avanzar más en regeneración democrática; a la hora de limitar la actuación no fue posible el consenso porque el partido del gobierno tenía una idea diferente del blindaje. Porque son garantía de igualdad. Un ciudadano rural recibe una peor calidad asistencial que si vive en una ciudad; hace falta un cierto grado de garantía para la cohesión social. Cada uno es reticente a la pertenencia del territorio. Entre las debilidades de esa pertenencia, están los datos sociales, económicos, asistenciales, o que la comunidad ha marchado a distintas velocidades. Gestionar servicios públicos, acreciente el sentimiento de pertenencia de ciudadanos a un territorio. Por eso decimos que somos de Soria o de León y no castellanos o leoneses; mientras que un o de Huelva dice que es andaluz, o de Tarragona, catalán. Debemos trabajar en ese sentido, en las repuestas, que lo vean los ciudadanos.
—Hay también un sentimiento provincial generalizado en la comunidad frente al autonómico; ejemplos como de el de Vestas, contribuyen en ese sentido, en que el leonés vea que hay soluciones.
—Estoy de acuerdo, lo veo en mi realidad. Porque los sorianos tienen esa desafección; la falta de inversión para poner en valor los recursos, sin generar capacidad para que la gente se quede en su tierra. León está llena de recursos. Sin desarrollar. Eso lastra el sentimiento. Vestas es importante porque es impulso de moral para todos; se hizo bien, recuperar unidad productiva, empleo y que la tierra no se muera; León, o Soria, están llenas de capacidad. La política está para eso. Los servicios, la inversión, es garantía de igualdad. Gestionemos desde lo publico para que la sociedad y la iniciativa privada se desarrolle.
—Despoblación, otro asunto complicado, por cómo combatirla.
—Es complejo, no tiene soluciones a corto plazo, hace falta altura de miras; abstraerse a medio y largo plazo. Los proyectos grandes no son cortoplacistas. Todas las administraciones deben marcar una ruta común. Transversal. No hay pócima mágica. Diversificar la economía. Acceso a nuevas tecnología, igualdad de oportunidades, infraestructuras; y cambiar la visión, dar una imagen del medio rural adecuada, de calidad de vida. Políticas transversales y creación empleo, vivienda; yo creo que esta tierra tiene futuro. Es una opción de la Constitución, para los que queremos vivir en nuestros pueblos y se cumpla con los articulos I y XIV. Esas fortalezas se convierten en éxito.