Los vecinos cruzan por el pasillo ferroviario tras 10 meses acabado
La paralización del convenio se enmarca en el estancamiento que sufre toda la integración ferroviaria de Feve. La intervención urbanística en los más de 2 kilómetros de vía estrecha en la ciudad está terminada desde primeros de año, a falta tan sólo de la modificación del enclavamiento ferroviario de la parada de La Asunción para permitir el enlace hasta la terminal de la calle Padre Isla. Con este panorama, pese a que la entrada se mantiene cerrada con vallas, algunos ciudadanos han decidido apartarlas y empezar a transitar por el pasillo que va desde el puente de los Maristas hasta superar la iglesia de Las Ventas, después de más de 10 meses en los que no aparece ni un operario y la única presencia visible corresponde a los guardias de seguridad que vigilan para que no roben el material que ha quedado apilado a la intemperie. Mientras, la vuelta de los trenes sigue sin fecha con el argumento de que es necesario un reglamento de circulación específico.
El abandono llega incluso a generar imágenes curiosas como el florecimiento de calabazas en los taludes de la calle Bilbao. El convenio pendiente de firmar regula todo este espacio, que comprende casi 10.000 metros cuadrados. El documento establece las condiciones por las cuales el Adif desarrollará la urbanización de la zona y dejará las parcelas destinadas a viviendas como zonas verdes hasta que decida vender el suelo.
La intervención se estima que costará 1,7 millones de euros, mientras que las plusvalías por las 146 viviendas que se levantarían se estimaban en un estudio de Feve del año 2010 en 39,8 millones de euros. Los edificios se distribuirán en cinco parcelas: tres en paralelo a la calle Renueva, de 8, 7 y 6 alturas; una al final de la calle Bilbao, de baja más 5 pisos; y otras edificación más, por detrás de las casas de Ramón y Cajal, en forma de ‘u’, con tres alturas en los laterales y 8 en el volumen central.
La urbanización del sector de la estación hará que la ciudad gane dos calles: una en paralelo a Renueva, que partirá de Padre Isla y desembocará en Ramón y Cajal, justo en el hueco que dejó la casa de los guardeses; y otra con la prolongación de Bilbao, que comunicará Álvaro López Núñez con Padre Isla por el espacio que queda entre los andenes y Espacio Vías. El plan marca además la creación de una plaza en el hueco que quede al derribar las Mantequerías Arias, la construcción de un carril bici, la adecuación de los taludes, la cesión del muelle central y la ejecución de un parque verde de 2.000 metros en la zona central.